Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando, tras una serie de reacciones y protestas tanto dentro como fuera de la empresa, la dirección de Blender decidió rectificar su postura y reintegrar a Aquino.

En palabras los twitteros séquitos de dicha programación, la reacción de la empresa fue una mezcla de incredulidad y arrepentimiento: "Confirmadísimo que lo echaron a Guille Aquino y recularon porque se dieron cuenta que son idiotas, que Blender es Guille Aquino". Dejando claro que, a pesar de los enfrentamientos recientes entre ambos al aire, el talento y la esencia de Blender están irremediablemente ligados a la figura del youtuber.

Guille Aquino, conocido por su ironía mordaz y su capacidad para desentrañar los aspectos más oscuros de la política y la sociedad, ha demostrado que su presencia es insustituible en el mundo del streaming. Su estilo único, que mezcla crítica social y humor inteligente, ha logrado captar una audiencia fiel, que rápidamente se mostró en desacuerdo con el despido.

Este episodio no solo deja en evidencia las tensiones entre los medios y los intereses políticos, sino que también resalta la importancia de la autenticidad y la valentía en tiempos en los que la censura parece estar a la vuelta de cada esquina. Aquino, lejos de callarse, demostró que, en última instancia, el público es el que tiene el poder de decidir lo que vale la pena ver y escuchar.