Juan Gualberto Gregorio de Las Heras, una vida de servicio a la Patria

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 6 de febrero de 1866 falleció el exgobernador bonaerense, general Juan Gualberto Gregorio de Las Heras. El militar y político fue una pieza clave en la lucha por la independencia y en la construcción de la nación argentina.
Nacido en Buenos Aires el 11 de julio de 1780, Las Heras provenía de una familia de raíces humildes pero con un fuerte sentido del deber y el servicio. Desde joven, mostró un interés particular por la carrera militar, lo que lo llevó a alistarse en las filas patriotas durante las invasiones inglesas de 1806.
Los hechos de mayo de 1810 lo sorprendieron en Córdoba, donde su sumó a los Patricios. Llegó a ser segundo jefe del cuerpo y por medio de ese cargo accedió a lagobernación de Cuyo.
En 1816 se unió al Ejército de los Andes bajo el mando del general José de San Martín. Ya tenía experiencia en las armas debido a su participación en la defensa de Buenos Aires contra los ingleses, en 1896. Fue partícipe de las épicas batallas de Chacabuco y Maipú. Su participación en la expedición libertadora que partió de Chile para liberar al Perú del dominio español fue otro hito en su carrera militar.
Tras su regreso a Buenos Aires asumió un rol político. En 1824, fue designado gobernador de la provincia de Buenos Aires, sucediendo a Martín Rodríguez. Durante su mandato, enfrentó numerosos desafíos, incluyendo la organización del estado provincial y la consolidación de la independencia. Su gestión se vio interrumpida por el estallido de la guerra del Brasil.
Dada la importancia del conflicto, el Congreso entendió que era necesario dotar al país de una autoridad nacional para dirigir la acción bélica. Por ese motivo se creó el cargo de presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al frente del cuál se designó a Bernardino de la Trinidad González Rivadavia. Las Heras entendió que su tiempo había terminado y renunció.
El 6 de febrero de 1866 Juan Gualberto Gregorio de Las Heras dejó este mundo, pero es necesario recordarlo como un hombre que trascendió su tiempo, reflejo de una época en que el amor a la patria era el rector de una conducta de la cuál los funcionarios no debían apartarse.