
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión por 30 días de los aranceles del 25% que había impuesto a los productos importados desde México y Canadá. La decisión llega tras una serie de conversaciones con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau.
El republicano, que el fin de semana firmó la orden ejecutiva para imponer estos gravámenes, explicó en su red Truth Social que sostuvo una “conversación muy amistosa” con Sheinbaum, quien a su vez confirmó el acuerdo en su cuenta de X.
Donald Trump suspendió por 30 días los aranceles contra Canadá y México a cambio de militares y vigilancia en sus fronteras norte y sur para combatir el fentanilo, de modo que solo queda abierto el frente con China.
— acento.com.do (@acentodiario) February 4, 2025
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Como parte del pacto, México desplegará 10.000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos para reforzar la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración ilegal.
“Fue una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía”, expresó Sheinbaum. En una posterior conferencia de prensa, reveló que Trump le preguntó por cuánto tiempo deseaba suspender los aranceles, a lo que ella respondió en tono distendido: “Vamos a ponerlos en pausa para siempre”. Finalmente, ambos acordaron una suspensión inicial de un mes.
El mandatario estadounidense también dialogó con Justin Trudeau, quien informó que los aranceles a Canadá fueron congelados por el mismo período.
Compromisos bilaterales y tensión comercial
Estados Unidos, por su parte, se comprometió a intensificar la lucha contra el tráfico de armas hacia México, un punto que Sheinbaum destacó como un avance en la cooperación bilateral.
Además, la Casa Blanca designó un equipo de alto nivel para liderar las negociaciones con México, encabezado por el secretario de Estado, Marco Rubio, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
La imposición de estos aranceles habría significado un fuerte golpe para las economías de los tres países, que mantienen un estrecho vínculo comercial a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, y las cadenas de suministro entre ambos países están profundamente integradas.
Aunque la medida ha sido suspendida, el riesgo de que se reactive sigue latente. En su primer mandato, Trump ya había utilizado los aranceles como herramienta de presión contra México, logrando en 2019 un acuerdo para reforzar la seguridad fronteriza a cambio de retirarlos.
Por ahora, la región respira con alivio, pero la incertidumbre persiste: si en 30 días la administración Trump no obtiene los resultados esperados, los aranceles podrían volver a entrar en vigor, poniendo en jaque la estabilidad comercial de América del Norte.