
Se podría decir que el recientemente fallecido periodista Jorge Lanata fue el inventor de los memes, que por entonces, en el viejo matutino Página 12, se llamaban fotomontajes, los que atraían numerosos lectores por las tapas ingeniosas, los títulos creativos y la forma mordaz de hacer comunicación gráfica.
No hay dudas de que no habrá otro igual. La rompió en la prensa escrita, radial y televisiva. Cometió múltiples errores y tuvo enormes contradicciones. Era un hombre, un simple ser humano... ¿Quién no peca de desaciertos o contrariedades a lo largo de su vida? Solamente los que no hacen nada por cambiar la realidad.
Pasó de denostar al grupo Clarín a ser una de sus principales estrellas. ¿Y? Cristina Fernández y Néstor Kirchner se llenaban la boca hablando de la estatización de YPF, cuando en tiempos de menemismo fueron los primeros en levantar la mano para privatizarla y llegaron a decir públicamente que el riojano era el mejor presidente de la historia, dejando a Juan Domingo Perón como un cuatro de copas.
Después camelaron en nacionales y populares ante un grupo de boludos que todavía les cree.
Se fue Lanata, el hombre que le metió el dedo en el orto al menemismo y al kirchnerismo con sus múltiples denuncias de corrupción en sus informes periodísticos, cuando la oposición miraba para otro lado a cambio de prebendas y contratos para sus amantes o familiares.
Hablé una sola vez con él por teléfono, cuando me llamó para felicitarme: eran por unos chats filtrados de la entonces fugaz ministra de Economía, Silvina Batakis, con un empleado suyo, a los que NOVA tuvo acceso en exclusiva y acusaba el borracho, drogadicto, golpeador y consumidor de prostitutas, Alberto Fernández, al que la titular de la cartera de Hacienda decía en alusión al mandatario "este tipo me quiere coger", entre otros improperios.
Estaba yo en mi departamento de Moreno y Lima, a seis cuadras del Obelisco en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), cuando Jorge Lanata, vía llamado de WhatsApp, me felicitó por la repercusión del tema, y se puso a disposición. Después nunca más hablé con él.
Al lado mío estaba Ulises Cuenca, mi mano derecha como coordinador periodístico de todos los portales de NOVA, quien fue testigo del hecho. "¡Qué kilombo que armamos!", me dijo mi colega.
La nota la habíamos hecho entre ambos, y gracias a la red social del pajarito (ahora X) una semana entera los medios estuvieron hablando del caso, que fue tendencia en las redes.
Con Lanata se despide del mundo terrenal un periodista provocador, carismático, irreverente, que molestaba el poder con cada interrogatorio o investigación.
Hacen falta más Lanatas en la comunicación, y no el periodismo mediocre anti K que hace Luis Majul en La Nación + o los K de C5N que hacen gala de un berretismo mediocre en defensa de Cristina o Axel.
Más Lanatas que le metan el dedo en el orto al poder sin medir consecuencias y que redoblen la apuesta.
Solo mueren los que son olvidados.
Y el "Gordo" Lanata perdurará para siempre en nuestra memoria.
¡Ave, Jorge, los que todavía no pasamos a mejor vida te saludamos!
Gracias por tanto.
Hasta pronto.
Mario Casalongue
Director de NOVA