Victoria Tolosa Paz, con su inconfundible tono de indignación prefabricada, anunció en sus redes sociales que presentaron un proyecto de ley para quitarle las facultades delegadas a Milei.

Claro, porque el problema de Argentina es que Milei tenga atribuciones, no las décadas de saqueo, clientelismo y corrupción que el kirchnerismo dejó como legado. Cecilia Moreau también se sumó al libreto, clamando que el Congreso debe recuperar facultades. Lástima que cuando esas facultades las usaba el kirchnerismo para gobernar a decreto limpio, ninguna de ellas tenía problema.

En el Senado también se sumaron al festival de la hipocresía. José Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio y otros legisladores peronistas firmaron otro proyecto para quitarle facultades a Milei. Lo más gracioso es que estas son las mismas personas que hicieron silencio o aplaudieron cuando el kirchnerismo se manejaba con superpoderes.

La repentina preocupación por la moral y la transparencia

Pero aquí no termina el show. Como si fueran grandes paladines de la justicia, los diputados de Unión por la Patria también anunciaron que presentarán un pedido de juicio político contra Milei.

"Es un escándalo sin precedentes", clamaron en redes sociales. Lo dicen los mismos que hace unos días votaron en contra de la Ficha Limpia, un proyecto que buscaba prohibir que los condenados por corrupción puedan ser candidatos. ¿Será que prefieren asegurarse de que sus compañeros con prontuario sigan en carrera?

El pedido de juicio político fue firmado por los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein, junto con la peronista Natalia De la Sota. Exigen que la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Investigación Financiera analicen el caso.