La "vaca mala" que llegó al Gobierno: el pasado gay del presidente argentino Milei que no quiere recordar

En junio de 2018, Javier Milei aún no era presidente de la Argentina, pero ya se destacaba por su histrionismo. Invitado al programa del conductor Andy Kusnetzoff, el economista libertario sorprendió con su desparpajo al revelar que había participado en múltiples tríos sexuales. "En el 90 por ciento de los casos fueron con dos mujeres", aseguró, con la misma seriedad con la que hoy pontifica sobre economía.
Esa aparición en televisión no fue un episodio menor. Representó un punto de inflexión en su carrera mediática y allanó su camino a la política. Fue también la noche en la que se adjudicó el apodo de "vaca mala", anécdota que se viralizó y lo catapultó a la portada de la revista Noticias bajo el título “La Argentina freak”.
Pero pasaron los años y el Milei que hoy gobierna no se parece en nada a aquel personaje liberal y descontracturado. Su discurso en Davos, en el que vinculó la homosexualidad con la pedofilia, marca un giro drástico y lo alinea con una ofensiva ultraconservadora.
El enigma persiste: si en el 90 por ciento de los casos sus tríos eran con dos mujeres, ¿qué ocurría en el otro 10 por ciento? ¿Participaban dos hombres? ¿Era él el tercero en discordia? Aplicando la lógica que él mismo utilizó en Davos, ¿eso lo convertiría en promotor de la pedofilia? Preguntas incómodas que su nuevo círculo de aliados difícilmente le permitiría responder.
Ex compañeros de ruta aseguran que Milei nunca manifestó ideas homofóbicas hasta su desembarco en la política. En sus tiempos de panelista televisivo, se declaraba libertario en serio: defendía la libertad individual sin prejuicios y criticaba a la derecha por entrometerse en la vida privada de las personas.
Sin embargo, actualmente encabeza un gobierno donde la retórica anti-LGBT es moneda corriente. La ex canciller Diana Mondino comparó a los gays con los piojos, Ricardo Bussi los equiparó con personas discapacitadas, Francisco Sánchez atacó al matrimonio igualitario, Carlos Rodríguez confesó que ver a dos hombres besándose le da "dolor de panza" y el jefe de Gabinete Guillermo Francos les sugirió vivir su sexualidad "puertas adentro".
La lista sigue con Nicolás Márquez y Agustín Laje, fervientes opositores a la comunidad LGBT, y referentes libertarios que promueven eliminar derechos conquistados.
Bajo el ala del asesor Santiago Caputo y María Ibarzábal Murphy, el oficialismo trabaja en una batería de medidas que incluiría la eliminación del cupo trans, el DNI no binario y la ley de paridad de género. La supresión de la figura del femicidio, idea que se barajó en el inicio del gobierno, quedó en suspenso, pero no descartada.
La transformación de Milei es total. De ícono mediático sin filtros a promotor de un discurso reaccionario. El hombre que se jactaba de ser profesor de sexo tántrico ahora lidera una cruzada contra la diversidad.