Mirón no es la única optimista. España registró en 2024 un récord de 94 millones de visitantes, acercándose a Francia, que recibió 100 millones, y consolidándose como uno de los mayores destinos turísticos del mundo.

El auge del turismo ha sido clave para que la cuarta economía de la eurozona haya crecido un 3,2 % el año pasado, superando con holgura a Alemania (-0,2 %), Francia (1,1 %), Italia (0,5 %) y el Reino Unido (0,9 %).

Este sólido desempeño llevó a la revista The Economist a calificar a España como la economía con mejor desempeño global en 2024.

Un modelo de crecimiento equilibrado

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, atribuye el éxito a un modelo económico diversificado.

"El modelo español es exitoso porque es equilibrado, lo que garantiza la sostenibilidad del crecimiento", afirma.

Aunque el turismo es un pilar fundamental, Cuerpo destaca el papel de la tecnología, los servicios financieros y la inversión en la recuperación tras la crisis del COVID, cuando el PIB español se desplomó un 11 %.

El proceso de modernización ha recibido un fuerte respaldo de los fondos europeos Next Generation, que destinarán 163.000 millones de euros a España hasta 2026, convirtiéndola en el mayor beneficiario junto con Italia.

Los recursos están siendo invertidos en la red ferroviaria nacional, zonas de bajas emisiones, la industria de vehículos eléctricos y el apoyo a pequeñas empresas, según el gobierno español.

"El gasto público ha sido alto y ha contribuido a aproximadamente la mitad del crecimiento desde la pandemia", explica María Jesús Valdemoros, profesora de Economía en IESE Business School.

Por el contrario, otras grandes economías europeas, con mayor dependencia de la industria, han enfrentado más dificultades.

"La industria está sufriendo por el alto coste de la energía, la competencia asiática, la transición ecológica y el proteccionismo comercial", añade Valdemoros.

Inflación y estabilidad económica

Además del crecimiento, España ha demostrado resiliencia frente a las crisis económicas recientes. Tras alcanzar un pico del 11 % en julio de 2022, la inflación cayó al 2,8 % a finales de 2024, gracias a medidas como la subvención al combustible, el fomento del transporte público y el aumento del salario mínimo.

En el contexto de la crisis energética europea, España y Portugal lograron la aprobación de la "excepción ibérica", que les permitió limitar el precio del gas utilizado para generar electricidad, reduciendo el impacto en los consumidores.

El ministro Cuerpo destaca que estas estrategias han fortalecido la economía española ante los shocks globales.

"España está demostrando ser más resistente a crisis sucesivas, incluida la inflación derivada de la guerra en Ucrania. Hemos puesto en marcha un escudo protector para consumidores y empresas", concluye.

Con un turismo en auge, una inversión sólida y una política económica estable, España se afianza como la locomotora del crecimiento en Europa.