
Boca venció 2-0 a Independiente Rivadavia por la quinta fecha del Torneo Apertura, en un duelo en la Bombonera donde fue de menor a mayor. Le costó encontrar claridad en el juego y tuvo que lidiar con el nerviosismo de su hinchada, que pasó del descontento a la celebración.
El dueño de casa intentó marcar el ritmo desde el inicio, pero sin soltarse del todo ante un adversario rápido en ataque. Incluso, la primera acción de peligro obligó a Agustín Marchesín a intervenir ante un remate de Luis Sequeira.
Cuando el Xeneize empezó a insinuar más peligro, generó dos ocasiones claras: Milton Giménez rozó su disparo en un defensor y Miguel Merentiel exigió a Ezequiel Centurión. Luego, Fernando Gago se vio obligado a modificar el esquema por la lesión de Tomás Belmonte, lo que llevó al ingreso de Luciano Di Lollo en defensa y a Rodrigo Battaglia pasando al mediocampo.
El tramo final del primer tiempo se tornó intrascendente, con el equipo de La Ribera errático en la creación y una hinchada cada vez más impaciente, que despidió al equipo con silbidos antes del descanso.
En el inicio del complemento, Boca se encontró con un golpe de suerte: a los cinco minutos, un pase largo de Milton Giménez parecía controlado por Centurión, pero el arquero falló en la recepción y Merentiel, atento, aprovechó para marcar el primero.
A pesar del golpe, los dirigidos por Alfredo Berti reaccionaron y generaron peligro en busca del empate. Mauricio Cardillo tuvo un remate desviado y Sheyko Studer estrelló un disparo en el travesaño tras la intervención de Marchesín.
Sin embargo, el local mejoró con los ingresos de Exequiel Zeballos y Joaquín Ruiz, mientras que la visita perdió intensidad. A los 30 minutos, el "Changuito" Zeballos sacudió el travesaño con un gran remate. Finalmente, a los 37, Giménez probó desde afuera, Centurión dio rebote y Zeballos definió con precisión junto al palo izquierdo para sentenciar el 2-0.
El descontento inicial se transformó en algarabía, y Boca cerró la noche con un triunfo que espera le sirva como punto de inflexión en el torneo.