
Este verano, el crochet regresa con fuerza y se convierte en una de las principales tendencias playeras. Las maxifaldas tejidas son el must-have de la temporada, una prenda ideal para los días calurosos y las noches frescas.
Aunque el crochet no siempre ha sido una de las principales estrellas del mundo de la moda, este año se está reinventando, tomando protagonismo en las pasarelas y en las calles, especialmente en los días de sol. Las maxifaldas a crochet se han convertido en una elección popular, perfectas para llevar en la playa, ya sea para un paseo o una tarde de relax en la orilla.
Estas faldas se presentan con diseños más sofisticados y elegantes, manteniendo ese aire bohemio y veraniego. Los tonos suaves y pasteles dominan la temporada, pero también hay lugar para colores como el verde oliva, el blanco y negro combinados, o el cálido y acogedor “mocha mousse”, un marrón achocolatado que añade un toque de suavidad y frescura.
Para las más arriesgadas, el crochet también se presenta en versiones más vibrantes, con colores intensos y patrones geométricos que hacen de la maxifalda una prenda destacada. Los detalles, como los recortes cuadrados del tejido, se suman a esta tendencia de máxima visibilidad.
En cuanto a los complementos, las maxifaldas de crochet se acompañan de accesorios clave para el look playero. Gafas de sol y sombreros son esenciales, con opciones que van desde los clásicos de rafia de ala ancha hasta gorras tipo cup o incluso sombreros tejidos en crochet, perfectos para un estilo total y a la moda.
Este verano 2025, las maxifaldas a crochet no solo son una elección cómoda y fresca, sino también una declaración de estilo que no pasa desapercibida en la playa.