El día que el gobernador de Entre Ríos prohibió los conventos

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 17 de enero de 1825 es una fecha histórica para la provincia de Entre Ríos. Aquel día, el gobernador coronel Juan León Solás prohibió el establecimiento de conventos o casas monásticas de cualquier género a lo largo y a lo ancho del territorio provincial. Esta decisión impactante fue un paso audaz en una etapa caótica del Estado argentino, por entonces en plena lucha por su organización jurídica.
Hace dos siglos la provincia de Entre Ríos se encontraba en medio de un proceso de consolidación de su identidad y autonomía tras las guerras de independencia. La influencia de la Iglesia Católica todavía era significativa, y las tensiones entre el poder eclesiástico y el civil eran palpables. En Europa, las guerras napoleónicas habían dejado una huella profunda, y las ideas liberales comenzaban a ganar terreno, influyendo en las políticas locales.
La medida de Solás de prohibir los conventos se enmarca en este contexto de cambio y modernización. Inspirado por las políticas anticlericales de Bernardino de la Trinidad González Rivadavia, Solás buscaba reducir la influencia de la Iglesia en la vida pública y promover un Estado más laico y moderno. La medida también respondía a la necesidad de controlar los recursos económicos y territoriales que estaban en manos de las órdenes religiosas.
La prohibición de conventos también tuvo un impacto en la estructura social de Entre Ríos. Al limitar el poder de la Iglesia, se abrieron nuevas oportunidades para la educación y la participación cívica de la población. Sin embargo la medida no estuvo exenta de conflicto y resistencia por parte de los religiosos, que se sintieron agraviados por su implementación. A pesar de ello, la insólita decisión de prohibir los conventos fue un hito en la historia de la provincia.
El hombre detrás de la medida
Juan León Solás nació en 1787, en Nogoyá. Desde temprana edad mostró una inclinación por la vida militar y política. Se unió en 1811 a la expedición de Manuel Belgrano al Paraguay, marcando el inicio de una carrera militar que lo mantendría en constante cambio de alianzas. Años después combatió a las órdenes del oriental José Gervasio Artigas.
Sus condiciones castrenses lo llevaron a ser segundo al mando del caudillo Eusebio Hereñú durante la batalla de Espinillo. Como lo hiciera Patricia Bullrich dos siglos después, supo cambiar de bando varias veces. Esa condición de camaleón le sirvió para acercarse al caudillo Francisco Ramírez.
En la esfera política Solás jugó un papel significativo en Entre Ríos. Fue gobernador de la provincia en tres ocasiones, impulsando reformas que buscaban modernizar la región. Su mandato se destacó por la adopción de políticas proteccionistas en ganadería, y por la implementación del primer censo de población de Entre Ríos, una medida pionera para la época. Alejado de la política, su vida concluyó en 1841 en Paysandú, Uruguay.