Los incendios en Los Ángeles continúan sin control, con nuevos focos apareciendo constantemente y ya suman uno de los eventos más devastadores en la historia de la ciudad. Este jueves, un incendio se desató en el noroeste, cerca de las áreas residenciales de Calabasas y Hidden Hills, elevando a seis el número de focos activos desde que comenzó el primer fuego el martes en Pacific Palisades.
Casi 200.000 personas han sido evacuadas, y más de 9.000 edificios han quedado afectados. Las autoridades reportan al menos cinco muertes, aunque advierten que esta cifra podría aumentar conforme avancen las labores de rescate.
Los Ángeles se enfrentan al incendio más destructivo de su historia, con 3 grandes focos de fuego activo en los que, reportan la muerte de 5 personas, más de mil 100 estructuras destruidas y órdenes de evacuación para 155 mil residentes. Y las cifras siguen subiendo. pic.twitter.com/94uYBuDBOK
— Enlace SQCS (@sqcsnoticias) January 9, 2025
El alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, expresó en una rueda de prensa que, aunque aún no se tiene un número exacto de víctimas, se espera realizar una búsqueda más exhaustiva en las zonas afectadas. "Rezamos para que no sean demasiados", comentó, destacando la incertidumbre de la situación.
Además, se informó que más de 20 personas fueron arrestadas por intentar saquear casas evacuadas, lo que ha llevado a las autoridades a considerar imponer un toque de queda en las áreas más afectadas.
El origen de los incendios sigue siendo investigado, pero las condiciones meteorológicas, con vientos de Santa Ana, podrían seguir empeorando la situación en el terreno.
Según estimaciones de JP Morgan, las pérdidas económicas podrían ascender a unos US$50.000 millones, lo que convertiría a estos incendios en uno de los desastres más costosos de la historia de Estados Unidos.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, prometió que el gobierno local hará todo lo necesario para apoyar a los afectados, mientras los servicios de emergencia luchan contra una crisis que ha superado la capacidad de respuesta de la ciudad.
El gobernador de California, Gavin Newsom, recordó que los incendios en el sur de California ya no tienen una temporada definida, siendo un problema constante que requiere esfuerzos coordinados entre los bomberos de distintos estados y regiones.