Los 4 jinetes del sueño hispanoamericano: San Martín, Rosas, Perón y Seineldín

Por Luis Gotte, desde la trinchera bonaerense, especial para NOVA
En el corazón de cada argentino noble y de cada hispanoamericano que sueña con la Patria Grande, arde un fuego eterno: la lucha por una América Hispana libre, soberana y unida contra el colonialismo.
Ese fuego lo encendieron cuatro gigantes que desafiaron a los poderosos de su tiempo y entregaron su vida al servicio de la dignidad de los pueblos: José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Juan Domingo Perón y Mohamed Alí Seineldín.
Cuatro jinetes de la historia cuyo legado, aunque diverso, converge en el ideal eterno de una Hispanoamérica unida y emancipada.
José de San Martín: libertador de la Patria Grande
San Martín no solo cruzó los Andes; derribó las fronteras del miedo y la indiferencia. Liberó a Argentina, Chile y Perú no por gloria personal, sino por el sueño de una América unida bajo un solo estandarte.
En Guayaquil, su carta a Simón Bolívar reveló su visión de unidad continental, alejándose de las pequeñeces de las ambiciones individuales.
San Martín es el alma de cada lucha que busca hermanar a los pueblos de América. Su espada vibra en cada acto de justicia, en cada voz que exige soberanía y en cada corazón que late por la libertad.
Juan Manuel de Rosas: el centinela del federalismo y la soberanía
Enfrentado al imperialismo británico y francés, Rosas emergió como defensor inquebrantable de la soberanía argentina. Resistiendo bloqueos y presiones, demostró que la dignidad de un pueblo no se negocia. Bajo su liderazgo, la Confederación Argentina fue un bastión de resistencia ante las potencias extranjeras.
Rosas comprendió que el federalismo no es solo una estructura política, sino una herramienta de resistencia cultural y económica frente al colonialismo. Su lucha inspira a quienes hoy defienden nuestras riquezas y culturas contra los nuevos rostros del saqueo imperial.
Juan Domingo Perón: organizador de la Justicia Social y la Patria Grande
Perón sintetizó el sueño hispanoamericano en una doctrina: justicia social, independencia económica y soberanía política. Su Tercera Posición se alzó como una alternativa para los pueblos del sur, lejos del capitalismo devorador y del colectivismo sin alma. Su visión no era solo para Argentina: era un faro para toda Hispanoamérica.
Desde el ABC hasta su respaldo a las causas de liberación continental, Perón fue un enemigo declarado de las oligarquías entreguistas y un defensor incansable del pueblo. Su legado vive en cada lucha por la soberanía y en cada gesto de solidaridad entre naciones hermanas.
Mohamed Alí Seineldín: el guerrero de la tradición y la soberanía
Seineldín, el último de los jinetes, encarnó la resistencia frente a la entrega de la patria. Su lucha por Malvinas no fue solo militar, sino moral: un acto de amor incondicional hacia la Argentina.
Enfrentó al imperialismo angloestadounidense con el mismo fervor que San Martín, Rosas y Perón combatieron las opresiones de su tiempo.
Para Seineldín, la soberanía era innegociable. Integró el federalismo de Rosas, la justicia social de Perón y la unidad continental de San Martín en una lucha contra las políticas liberales que pretendieron desmantelar nuestra identidad y riquezas.
El sueño de la Patria Grande: vigencia y urgencia
El sueño que unió a San Martín, Rosas, Perón y Seineldín sigue más vivo que nunca. Hoy, las potencias colonialistas ya no llevan uniformes, pero su dominio persiste a través de corporaciones, tratados desiguales y la colonización cultural. Inglaterra y Gringolandia han sido y son enemigos históricos de nuestra libertad.
Estos titanes de la historia enfrentaron esas fuerzas con una visión común: construir una América unida, justa y soberana. Nos legaron la responsabilidad de continuar la lucha.
Un llamado a la acción
San Martín, Rosas, Perón y Seineldín no son sombras del pasado, sino faros del presente. Cada vez que defendemos nuestras tierras, nuestras industrias o nuestras culturas, ellos están con nosotros.
Hoy, como ayer, el sueño de la Patria Grande nos llama. La historia nos enseña que solo unidos podemos enfrentar a los poderes que buscan someternos. Es hora de recoger la antorcha y continuar la lucha por una Hispanoamérica soberana y libre.