El sexo no se apaga con la menopausia: las mujeres redescubren el placer y rompen los tabúes
Durante décadas se instaló el mito de que la sensualidad femenina tenía fecha de vencimiento. Pero cada vez más mujeres demuestran lo contrario: el deseo no se extingue con la menopausia, se transforma. Lo confirman especialistas y estudios recientes que revelan una realidad distinta a la que la cultura tradicional impuso.
“La libido no desaparece, solo cambia”, explicó la terapeuta sexual Shamyra Howard, certificada por la Asociación Estadounidense de Educadores y Consejeros en Sexualidad. Según un estudio del Instituto Kinsey de 2024, el 59 por ciento de las mujeres de entre 40 y 65 años atraviesa molestias físicas vinculadas a la menopausia, pero casi el 40 por ciento aseguró haber disfrutado del sexo durante el último año.
Desde el domingo llevo con malestar y síntomas de regla (vomitos, dolor de barriga, jaqueca) y pensando que me iba a bajar, pues ya llevo 3 días de retraso.
— Mariquilla 🌟 (@SBenitezMaria) October 9, 2025
Si hubiese practicado sexo estaría acojonada pero no he tenido esa suerte y va a ser el inicio de mi menopausia.
Howard remarca que, lejos de apagarse, el deseo se redefine: “Muchas mujeres descubren nuevas formas de placer, mejores orgasmos y mayor seguridad erótica. A veces solo hace falta tiempo, lubricante y confianza”. Además, recomienda hablar abiertamente con la pareja, probar juguetes sexuales y no temer a la exploración: “La excitación no se mide por la edad, sino por la conexión con una misma”.
La escritora Leslie Morgan Steiner, autora del libro The Naked Truth, coincide. Tras divorciarse a los 49, redescubrió su cuerpo y su sexualidad: “No fue un despertar, fue una reivindicación. Dejé de vivir según las reglas de los demás y empecé a vivir para mí”. Steiner asegura que las mujeres mayores se liberan de presiones estéticas y morales, y que el placer se vuelve más auténtico.
Según ambas especialistas, la menopausia no marca el final de la vida sexual, sino el comienzo de una etapa de autoconocimiento. “La libertad se siente sexy”, resume Howard. “Las mujeres que se aceptan, se exploran y se atreven a disfrutar, encuentran más placer que nunca”.
La nueva revolución femenina no está en la juventud eterna, sino en el derecho a seguir deseando sin culpa, sin excusas y sin pedir permiso.
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