Lo tapó el agua: Kicillof sigue haciendo la plancha mientras productores bonaerenses inundados reclaman ayuda
La provincia de Buenos Aires atraviesa una de las peores inundaciones de los últimos años y el gobierno de Axel Kicillof brilla por su ausencia. Desde hace meses, distintas localidades del interior bonaerense padecen el anegamiento de campos, caminos rurales y barrios enteros, mientras el agua avanza sin control por falta de obras y mantenimiento.
En distritos como Bragado, Bolívar y Urdampilleta, los productores y vecinos viven una situación desesperante. En apenas unas horas cayeron más de 130 milímetros, dejando bajo el agua miles de hectáreas productivas. Los animales debieron ser trasladados de urgencia, muchos se perdieron por completo y las rutas se convirtieron en verdaderos ríos, imposibles de transitar.
INFORME: PROVINCIA DE BUENOS AIRES🌊
— Juan Ayoroa (@JuaniAyoroaOK) October 31, 2025
> La provincia de Buenos Aires esta viviendo una situacion de inundaciones sin precendentes. Desde abril hasta hoy, el interior de la provincia esta teniendo lluvias con acumulados muy superiores a la media.
> Teniendo en cuenta que la… pic.twitter.com/NPoIqSZZ1E
“Las autoridades decían que era un charquito nomás, pero ahora el agua viene de todos lados y no tiene salida. Todo se desborda”, lamentó una vecina afectada, que no piensa abandonar su campo pese al riesgo. Como muchos otros, reclama obras de drenaje, limpieza de canales y asistencia inmediata, algo que el gobierno provincial sigue prometiendo desde hace años sin cumplir.
La falta de planificación quedó nuevamente en evidencia. En Bolívar, los caminos rurales están cortados, los puentes cubiertos y varios pueblos quedaron aislados. En algunos casos, hasta se volaron techos por la intensidad de la tormenta, mientras postes caídos dejaron sin energía eléctrica y sin conexión a gran parte de la zona.
El intendente local anunció que el servicio de agua se restablecería “en las próximas horas”, pero los vecinos aseguran que la situación es crítica y que la respuesta provincial es prácticamente nula. “Es un panorama desolador, pareciera que no va a terminar nunca”, resumió una productora entre lágrimas.
Mientras tanto, desde La Plata, el gobernador Axel Kicillof mira para otro lado. Los productores bonaerenses exigen soluciones urgentes, pero la única respuesta que reciben es silencio. El campo, una vez más, quedó solo bajo el agua, pagando el precio de la ineficiencia y el abandono de un gobierno que parece más preocupado por la política que por la realidad de su provincia.








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