La investigación, realizada por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) y su par española Acción Psoriasis, encuestó a 1.560 personas con la enfermedad —780 en cada país— y reveló disparidades significativas en el acceso a tratamientos.

Mientras que en España el 75,3 por ciento de los pacientes se encuentra en tratamiento activo, en Argentina ese porcentaje desciende al 55,9.

Esta diferencia podría explicar, en parte, la mayor prevalencia de casos severos en el país sudamericano.

Impacto en la salud mental y calidad de vida

La encuesta también detectó un mayor impacto psicológico en los pacientes argentinos.

El 41,5 por ciento presentó niveles moderados o severos de ansiedad generalizada, comparado con el 27,4 en España. Coherentemente, el 35,6 de los argentinos consultó a profesionales de salud mental, frente al 15,9 por ciento de los españoles.

El 48,7 por ciento de los participantes argentinos reportó afectación severa o muy severa en su calidad de vida, mientras que en España esa cifra alcanzó el 39.

Cerca del 40 por ciento en ambos países reconoció haber perdido oportunidades personales o profesionales debido a la enfermedad, y tres de cada cuatro personas admitieron haber ocultado su piel o evitado vínculos por temor al rechazo.

Desafíos en el acceso

La forma de acceso al tratamiento difiere notablemente entre ambas naciones. En Argentina predominan las obras sociales (49,9 por ciento) y prepagas (20,9), mientras que en España cerca del 80 por ciento accede a través del sistema público de salud.

"La psoriasis es mucho más que una enfermedad de la piel. Tiene un profundo impacto en las decisiones críticas de las personas", señaló el Dr. Matías Turienzo, destacando la importancia del diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos adecuados.

Silvia Fernández Barrio, presidenta de AEPSO, subrayó que "la enfermedad psoriásica no se puede prevenir, pero si es tratada a tiempo y con tratamientos efectivos podrían evitarse muchas de las comorbilidades que la acompañan".