La joven, quien nunca había sentido inseguridad respecto a sus ojos marrones naturales, confió en las garantías del especialista.

Sin embargo, una década después comenzaron las complicaciones.

Enrojecimiento, irritación y visión borrosa fueron los primeros síntomas de un deterioro progresivo de su salud ocular.

El oftalmólogo Seth D. Potash determinó que el implante de iris artificial había provocado glaucoma y una pérdida celular comparable a la de una persona de 70 años.

Cuando Khalil intentó contactar al médico que realizó la cirugía original, este no respondió a sus intentos de comunicación.

Ante el riesgo de ceguera permanente, la influencer viajó a Los Ángeles para recibir atención especializada con la doctora Nicole Fram.

El tratamiento requirió cinco intervenciones quirúrgicas para estabilizar su condición, y aún necesita un trasplante de córnea en uno de sus ojos.

Actualmente, Khalil ha recuperado la visión completa en un ojo y su color natural.

La modelo ha decidido utilizar su plataforma para alertar sobre los peligros de estos procedimientos, especialmente entre personas jóvenes sin necesidad médica.

"No te toques los ojos por vanidad. No vale la pena arriesgar tu vista por una moda pasajera", declaró Khalil, quien sugiere los lentes de contacto de color como alternativa segura para quienes deseen cambiar temporalmente su apariencia.

Su testimonio ha generado conciencia sobre la importancia de evaluar cuidadosamente los riesgos antes de someterse a cirugías estéticas.