Editorial
El sueño mojado de Las Fuerzas del Cielo

Santiago Caputo moviliza su equipo para disputar la provincia de Buenos Aires e imponer a Agustín Romo

El gobernador bonaerense Axel Kicillof, siendo burlado por "El Forajido" y el asesor prescindencial Santiago Caputo. (Dibujo: NOVA)

Santiago Caputo, el consultor y asesor cercano al prescindente Javier Milei, mantiene activo a su equipo de comunicación con la mira puesta en la provincia de Buenos Aires, donde buscan presentar una alternativa capaz de competir por la gobernación que hoy conduce Axel Kicillof.

Según versiones que circulan en ámbitos políticos y mediáticos, el candidato que promovería el sello Las Fuerzas del Cielo (LFC) sería el diputado bonaerense Agustín Romo, dirigente de La Libertad Avanza (LLA) y actual jefe de bloque en la Legislatura provincial.

La postulación, de concretarse, implicaría una jugada coordinada entre el aparato comunicacional de Caputo y los cuadros legislativos de LLA.

Las Fuerzas del Cielo, agrupación que se autodefine como una pata movilizadora dentro del espacio libertario y que ya suma referentes e influencers en sus filas, aparece como el sello político detrás de la iniciativa; su presencia en redes y en actos del entorno libertario le da visibilidad a la operación política.

La movida se inscribe en un escenario más amplio de polarización entre el gobierno nacional y el peronismo bonaerense. Axel Kicillof, gobernador desde 2019, sigue siendo la referencia principal del peronismo en la Provincia, un distrito clave por su peso electoral y su impacto en la agenda nacional.

La eventual candidatura de Romo y la intervención estratégica de Caputo buscarían capitalizar la dinámica de conflicto entre el oficialismo nacional y el gobernador provincial.

Analistas consultados por diferentes medios advierten que una ofensiva de La Libertad Avanza en territorio bonaerense no solo es una disputa provincial: es también una prueba para medir la capacidad del espacio de replicar su discurso y organización en el distrito más grande del país, donde cualquier resultado influye en la lectura nacional y en futuras alianzas electorales.

En ese marco, Buenos Aires funciona como barómetro político para la estrategia de gobierno y oposición.

Hasta ahora no hay una confirmación formal de candidaturas ni de alianzas cerradas; la operación, según fuentes del entorno, avanza por etapas: consolidación de mensajes, diseño de aparatos de comunicación local y coordinación con cuadros legislativos para traducir presencia mediática en estructura territorial.

Si la jugada prospera, añadirá un capítulo más a la creciente puja entre la Casa Rosada y las principales jurisdicciones del país.

La definición de candidaturas y frentes formales dependerá del calendario electoral y de las negociaciones internas del espacio libertario. Mientras tanto, la combinación de un equipo de comunicación profesional (vinculado a la estrategia nacional) y un dirigente con banca provincial coloca a Romo y a LFC en el centro de una maniobra que podría reconfigurar la disputa bonaerense en los próximos meses.

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