El columnista invitado
Reflexiones

Desobedecer, un acto de libertad

Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y performer.

Por Eduardo Sanguinetti (*), especial para NOVA

El 19 de octubre de 2013, en mañana de sábado, con espontaneidad y naturalidad suma ante las urgencias que este tema impone y tantos otros que presionan y oprimen en nuestras existencias, tuve la iniciativa de declarar el “Día de la Desobediencia”.

Comenzó a circular por las redes de comunicación en el universo de la web y hoy, miles se asimilaron a la tan sana decisión de desobedecer.

Desobedecer al poder de las ‘bestias’ que dictan y rigen en el planeta, a sus cómplices, a la justicia criminal, al poder de las corporaciones económico mediáticas que conforman la realidad de hoy, a la genuflexión de los intelectuales "vintage"… En fin, una actitud “demasiado humana”, nutrida del estremecimiento, que ofrece un estado de resistencia cultural y social ética en sus principios y fines y que nos remite a los “dorados años de la infancia” donde el desobedecer era una actitud natural ante el atropello y la torpeza de nuestros mayores, imponiendo criterios y haciendo valer sus arbitrarias decisiones.

Es preciso desobedecer dentro del marco que nos ofrece el orden natural ante el “estado de cosas” por el que intentamos transitar nuestra existencia, tan al margen de un sistema necrótico y disfuncional solo para negociadores y financistas, incluidos los premios desprestigiados desde su inicio, como el Nobel, en particular –pero no exclusivamente– en el campo de la paz, la política y las relaciones internacionales, sin negar que podremos notar que el desprestigio, es fundacional y constitutivo desde inicios del siglo XX, salvo honrosas excepciones como lo ha sido el otorgado a Luther King, Mandela, Pérez Ezquivel, y quizás olvido algún otro de los 143 premios otorgados en su mayoría a suizos, ingleses estadounidenses...

María Corina Machado, quien fue ungida con un Nobel distópico, pues esta mujer tiene un largo historial convocando al golpismo y la intervención militar contra su propio país, un anacronismo que daña los principios fundacionales del Nobel, que ya han sido violentados en el pasado, con el otorgamiento a Kissinger, Obama, Wilson y tantos genocidas más... Desobedecer el mandato imperial, deviene en un derecho humano esencial, elevando la voz sobre las tramas mafiosas y terroristas, que acechan Latinoamérica, sin olvidar al mensajero del caos Milei, cabeza de playa de EEUU y de Israel en el cono sur... La distopía instalada como forma de asegurar la permanencia de la colonización travestida de democracia, que nunca ha dejado de tener lugar en la región.

Desobedecer, expulsando de nuestras vidas la soberbia, la prepotencia, el orgullo, la cobardía, la avidez, la frivolidad, la mezquindad, la avaricia, la adustez, la pacatería, la grosería, la desigualdad, el odio, el resentimiento, la envidia, pues no ignoran que este sistema infecto y criminal de explotados y explotadores nos lleva a enfrentamientos y competencias fuera de tiempo y espacio, para caminar hacia un horizonte de armonía y de fraternidad, al margen de tendencias estúpidas, impuestas y consumidas por un pueblo anestesiado y avaro de sus placeres.

La independencia de toda clase de convicciones y certezas, que llevan irremediablemente a fanatismos y a creencias de temporada, son un freno a nuestra libertad de acción y creación, de intentar nuevas formas de vida, en comunidades sin tradiciones-base, para construir una nueva civilización, donde la armonía, la paz y la belleza se instalen, para dar espacio a la equidad, solidaridad y libertad en la relación, a pesar de las diferencias.

La naturaleza no piensa el mundo, lo conoce desde siempre y no lo representa, se acopla a sí misma y eso le basta. El mundo puede permanecer dentro de su función de hacer de nosotros sus habitantes para que todos/as existamos y terminemos nuestras vidas en él.

El hombre aún no se asimila -con su habitual torpeza- a respetar el orden natural del origen, lo confunde todo y lo degrada, en acciones criminales, al pensarla y aniquilarse, en nombre de dioses sintéticos del caos, deidades que existen en mundo de ficción distópica y de leyes que se acomodan a un apocalipsis anunciado, en nombre del mercado, holocausto cotidiano en que se encuentra empantanada una humanidad, avara de su placeres… Actos devenidos como fruto de su miedo y espanto a la naturaleza que nos cobija y a la propia vida que debemos experimentar y disfrutar, jamás sufrirla, ¿no es así?

La revolución de las comunicaciones, a través de la web, IA, ha conectado a todas las naciones y a todos los servicios de inteligencia del planeta. Significa que los grupos dominantes, el establishment que dicta y rige en el planeta, con sus prácticas que multiplican su poder gracias a Internet y la IA... Tecnología aplicada a esclavizar a sociedades que han naturalizado la opresión, el control totalitario, la deshumanización, la degradación ambiental o la miseria generalizada, sirviendo como una advertencia sobre las posibles consecuencias extremas de los problemas sociales o políticos actuales, como genocidios a repetición, llevados a cabo por estados terroristas, ante el silencio de gobiernos sociópatas, socios del delito consumado de narcotráfico, venta de armas, trata de personas, eliminación de etnias y compra-venta de soberanías de países arrodillados ante el poder omnímodo del poder imperial occidental.

En este tiempo, difuso, aparentemente desconcertante, por el que transitamos, donde pareciera que todo va a modificar su rumbo, observo a multitudes marchando, denunciando el odio y la discriminación, con rostros enrojecidos por odio e ira inocultable, marchas apuntaladas por hipócritas gobernantes y ex gobernantes de las más diversas regiones del planeta, ceos de multinacionales, corporaciones mediáticas excluyentes, aparatos organizados para organizar logísticamente, caos en el caos…

Agencias de informaciones falaces, pulmones donde la mentira encuentra aire, para que la opinión pública respire bajo sus latidos bursátiles, lo que equivale a poder manifestar, que estas agencias, tienen aptitud para perturbar el desarrollo de un hecho genuino, real, al procurar su fracaso o fomentar el avance de un proceso in-auténtico, facilitando su éxito. ¡Y al carajo con la historicidad y la verdad!

El relato de nuestra vida es el “saldo de una causa” que intentamos dar a conocer, del pensamiento que servimos, de la autoridad que justifica nuestros actos, que hoy no puede ser dicho ni siquiera meditado. Instancia a la que se llegó en función de múltiples estrategias de las manipuladoras corporaciones económico mediáticas internacionales y de las multinacionales explotadoras y genocidas, al servicio de aniquilar el pensamiento, las ideas, los ideales y el acto creativo, signos puntuales de nuestra condición de ser.

Los que no nos sometemos al dictamen del denominado "círculo rojo", que acelera el proceso de destrucción de la esencia de una sociedad, cobarde y congelada, condicionada y amenazada de muerte, por las bestias, que dictan y rigen en la sobrevida de multitudes amancebadas y esclavizadas, identificadas aún sin haberlo internalizado, en ser asimiladas a tendencias misóginas en acto, eliminando la diferencia, devenida en el deber ser de nuestra especie. Anacronismo y homogeneidad se manifiestan cual clero secular en la permanente campaña de consenso a presión en el desdibujado acontecer político, social y cultural del planeta… Sin dudas, tanto más peligrosos cuanto menos se discuten, murmuran y denuncian.

Estamos dotados naturalmente de la capacidad para dar lugar a este mundo, donde todos seamos partícipes y dueños de nuestros destinos, prescindiendo de gobernantes, que dicten derroteros de naciones sojuzgadas por tendencias que les son ajenas, de medios pudibundos de comunicación falaz, que fabrican realidades fraguadas en centros de inteligencia, fieles a la violencia, de empresarios “amigos”, que exploten los recursos, en detrimento de una humanidad sometida, que se asimila al “relato oficial”.

No ignoro las dificultades a las que debemos enfrentar, cuando intentamos comunicar inquietudes, excitaciones, denuncias, desde un medio abierto a otro cerrado, desde un ambiente “totalmente en movimiento”, a otro “enteramente parado”… Sabemos: basta mostrar un mínimo de entusiasmo o participación, frente a un país “que simuladamente lo está poniendo todo en discusión”, para que nos caigan encima, a los destructores de absolutos y evidencias, las reacciones de la iracunda pereza, las ironías de la periferia que se toma por centro, los escarnios del escepticismo…

Pero no nos engañemos, repensar, Argentina, o el mundo, significa establecer un diálogo con la “falsa modestia”, en fin, los pueblos, con su “miedo” a cuestas, no aprenden a juzgarse ni tan ruda, ni tan duramente, en su cobardía… Es “miedo” al “miedo”, los que llevan a las personas a entregar su libertad, por un cautiverio, en ¿seguridad?

No nos convirtamos en víctimas, fracasados, cobardes, en la economía de nuestros propios recursos en acción y discursos, marcando el trayecto de una historia, la de nuestro tiempo, que se debate entre utopías y derrotas, entre voces, silencio y “miedo”.

Unamos voluntades, los libres y autodeterminantes, persistiendo en la resistencia a los ismos, que nos lleva a ser esclavizados, cuidemos de nosotros mismos, en libertad y verdad… Tenemos una vida por vivir, honrémosla.

“Mi historia será importante y la cicatriz que dejó en la cara del mundo tendrá sentido. No puedo olvidar que estoy haciendo la historia, una historia paralela, que corroerá toda la historia sin sentido. No me considero un libro, un informe, un documento, sino una historia de nuestro tiempo”. (Fragmento de mi novela “Morbi Dei”, Editorial Corregidor).

(*) Filósofo (Cambridge, Inglaterra), poeta, performer, ecologista, artista y periodista argentino. Pionero en el arte performativo. Precursor del minimalismo en América Latina y del Land Art según Jean Baudrillard. Autor del "Manifiesto de los indignados contra el neoliberalismo'' año 2011. Miembro-asesor de The World Literary Academy (Cambridge, Inglaterra), "Biography of the year Award" Historical Preservation of America (1986), "Man of the Year" IBC Cambridge 2004, Honoris Universidad de Bologna, Nominado en dos ocasiones a la Beca Guggenheim. Miembro activo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).

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Lucía Kreshnik
Tan inédita como imperiosa y esencialmente LEGÍTIMA, esta excelente propuesta de nuestro maestro Sanguinetti, en esta su DECLARACIÓN del "DIA de la DESOBEDIENCIA"... Un DERECHO que surge de las extremas NECESIDADES individuales y colectivas presentes en este contexto social de CAOS EXTREMO que nos golpea y atraviesa tan fuertemente Sabemos también que todo movimiento revolucionario está atrapado en la presión de enfrentarse a la doble trampa de la OBEDIENCIA NORMALIZADA y del PENSAMIENTO AMAESTRADO, que es donde radica en buena medida su "incapacidad" para INDEPENDIZARSE del agujero negro de las DEFINICIONES FORMALISTAS, tan cómodas, fáciles de explicar y que anclan en la CREDULIDAD SOCIAL Hemos llegado a una instancia en que el DERECHO a la rebelión, puede transmutarse en NECESIDAD de la rebelión; y que incluso en muchos momentos de la historia humana las MASAS EXPLOTADAS han comprendido que era llegado el instante del SALTO cualitativo del simple «derecho» que se ejerce si se quiere o no, a la «necesidad» CONSCIENTEMENTE ASUMIDA de ejercer la "AUTODEFENSA COLECTIVA y/o INDIVIDUAL" frente a la VIOLENCIA OPRESORA ESTRUCTURAL, "fundante y previa", ejercida contra una PERSONA o contra un COLECTIVO. Lo que es importante señalar, es que ANTES de este DERECHO humano "elemental" existe la NECESIDAD de la "DESOBEDIENCIA" al poder establecido, la desobediencia a la LEY INJUSTA, a las ÓRDENES que "refuerzan" la DOMINACIÓN en cualquiera de sus formaS. Gracias una vez más al gran MAESTRO por impulsarnos a correr el velo que nos impide ser CONSCIENTES de nuestras anestesiadas POTENCIALIDADES para saltar por encima de "ilusorias limitaciones"..
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