Por Claudia González Luchetta (*) especial para NOVA
La eudaimonia es un concepto utilizado por los antiguos griegos para establecer un principio de equilibro que mediante la realización del individuo tenga como consecuencia el bienestar social. Platón y (sobre todo) Aristóteles consideraron que una de las finalidades del hombre era alcanzar este estado de plenitud, denominado “eudaimonía”.
Imagen 1: son las dos de la tarde de un martes, estamos terminando octubre del año 2025: clava en el ángulo del cordón de una parada de colectivo una botella de Fernandito (900 pesos el litro) que acaba de vaciar. La descompaginó con ganas, hasta sacarle la última gota y tiró la botella de ángulo en el cordón. Levantó la mano derecha lo suficientemente rápido para que el colectivo de la línea a otro lugar del Conurbano, lo lleve a destino. Esa esquina, es el recipiente de botellas de Fernandito. Ese ciudadano dejó de ser la excepción: ya es uno más.
Se suponía que esas cosas, no iban a pasar en Argentina en el año 2025.
Imagen 2: vivir de una manera virtuosa, implica tratar de evitar los sesgos cognitivos que nos distancian de la realidad, porque la virtud de una vida plena es poder abrazar la realidad tal como es, sin sesgos, con sus dolores consabidos, ajo(derse) y agua(ntarse), porque la valentía de vivir a veces yace más en poder pasar estancias a té, que a vino cualquiera las puede pasar. No cofundamos valentía con temeridad, decía Aristóteles.
El índice de riesgo país no se mide sólo en dólares, también la podes medir cuando sacas a dar una vuelta a tu perro y en la plaza más cercana sólo hay descartes de bebidas alcohólicas y bolsas que seguramente contendrían paco o cocaína.
No es casualidad que Argentina estadísticamente tiene un número superior en la tasa de suicidios sobre la de homicidios.
Cuando las fronteras de nuestro país se encuentran más abiertas al narcotráfico que nunca, los que tienen mayor cantidad de guiños de cara al narco, se atreven a usar la palabra “genocidio” llegando al punto de naturalizar su complicidad.
Cuando el Presidente, quien goza del cargo jerárquico elegido más alto, tiene apariciones y relaciones cuando menos dudosas en relación con la utilización de sustancias y vínculos narcos ¿Qué efecto puede generar en la mente de un adulto en formación? Una influencia contraria a la eudaimonia, llena de fragilidad y dependencia.
imagen 3: “fragilidad y dependencia” son dos términos que bien aplican a Argentina: frágiles como nación, dependientes hacia Trump e Israel, como si fuéramos la estancia de la abuela que algún heredero adicto y estúpido, remató en un boliche del Once, sólo por otro suspiro.
Para hablar de “justicia social”, primero debemos contar con una masa a la que se aplique el término y ésta masa, que son los trabajadores, está dejando de existir producto de las políticas de la secta libertaria a la que pertenece Javier Milei, en efecto directo de políticas de doctrinas clientelistas, como la kirchnerista, que sólo aplanaron el camino para que esta psicosis irrumpa más prontamente.
Si el sector social con mayor fuerza (por cantidad demográfica) se encuentra anestesiado para evadir incluso el hambre, ya no hablamos de conceptos simples como “batalla cultural” o un “nunca más/nunca menos”. Estamos hablando de genocidio aplicado, en este caso, al sector laboral argentino. Es decir que aquéllos a los que primero llamó el General, hoy son las víctimas que intenta exterminar este gobierno libertario, sionista, y es observable cómo las calles de los barrios más alejados de la urbe son tomadas por marginales que fueron desplazados por este sistema y terminan habitando las calles mientras el número de incidentes sólo aumenta.
Conclusión: si la eudaimonia es un principio que busca como finalidad el bienestar social (sí, como el peronismo), actualmente nos enfrentamos no sólo a ese pequeño-burgués “malestar de la cultura”, sino directamente, ante el genocidio de la cultura argentina. El libre acceso a drogas con sustancias adulteradas, por parte de personas que no tienen acceso a un plato de comida, muestran que no es casualidad que Pato haya inaugurado no hace mucho otra hidrovía (¿que no tendrá gendarmes?).
Si salís de tu pequeña parcela en Belgrano y me acompañas dos minutos por el conurbano te puedo mostrar en loop, que a dos cuadras de la plaza principal hay una casa abandonada, llena de encendedores descartados porque ya no daban más de prender tantos pipazos, que a cincuenta metros de la calle principal no podés pasar después de las seis de la tarde porque hay un quiosco donde venden cervezas de botella descartables y, más de cinco hombres totalmente fuera de sus cabales, son capaces de hacer cualquier cosa, pero la policía no puede hacer nada.
Cuando nuestro país parece emular actuares de las zonas más profundas de Camboya, ya ni Donald Trump podrá ayudarnos. El punto es que, parte del sector patriótico no representa ni es representante y los argentinos prefieren el genocidio al feudalismo de un partido que parece cooptado por los mismos apellidos desde hace más de una década, el problema que tenemos recibe el nombre de “acefalia”, o la ausencia total de una persona que represente el poder que le cede el pueblo. El pueblo argentino se caracteriza al decir; “basta”. No podés pretender reconquistar como cliente a un tipo al que le vendiste dos veces carne podrida, si sos carnicero. En política, el ejemplo no dirime demasiado. La gente se cansó de las especulaciones, se cansó de ver cómo los políticos hicieron malabares con sus necesidades, sólo para expandir clientelismo e ignorancia, dejando por víctimas a la misma población.
El egoísmo, para el budismo, es la fuente de todos los sufrimientos porque actúa separado de la totalidad. Que el egoísmo deje de cegar a nuestros dirigentes, porque sólo son dirigentes, pero eso no los hace eternos ni imprescindibles.
(*) Profesora de Filosofía
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| Federico Martin |
| Totalmente es más difícil soportar a té (matecito en mi caso) las dificultades, que ponerse en pedo y que así pase esto. Igualmente veo que, tristemente, estas ideas si representan a una gran parte de la población. Yo discrepo cuando dicen que a este lo votan o lo eligen los ricos... Lo que veo es que lo siguen las clases bajas, que apoyan o sostienen ideas más allá de la ilusión. Por otro lado, el gran factor es la ignorancia, la terrible y gran ignorancia que se multiplica día a día. Para extenderme caería en la reiteración y no vamos a llegar a nada. Alcanza con observar. Muy buena nota. |
| 01/11/2025 - 18:41 |








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