Aunque muchas parejas monógamas consideran que el contacto sexual es la frontera irrebatible, la realidad muestra que la traición puede conllevar otras formas de engaño, también dolorosas y profundas.
Las relaciones monógamas tradicionales ya no bastan para definir lo que traición o fidelidad significan hoy. Según distintos estudios, la infidelidad puede adoptar múltiples formas:
Coquetear es ser infiel, salir y esconderselo a sus parejas es ser infiel, chatear con amor o sexualidad a espaldas de sus parejas es ser infiel. Apenas empiezas a ocultar, borrar o esconder cosas ya estás siendo infiel. Ser infiel no tiene nada que ver con algo físico!
— ✿ (@SMMJade) November 14, 2020
- Sexual tradicional: contacto físico como coito, besos, caricias o encuentros íntimos.
- Emocional: relación afectiva profunda con otra persona, sin contacto, pero con implicancias sentimentales.
- Digital: conversaciones íntimas o sexuales por chats, sexting o redes sociales, una zona gris que muchos ya consideran una forma grave de infidelidad.
En España, por ejemplo, el 64,5 por ciento de las personas consideran infidelidad enviar mensajes subidos de tono, y el 88 por ciento considera engaño tener un encuentro ocasional, aunque sea sin relación afectiva duradera.
La infidelidad no es solo una cuestión del acto sexual, sino del consenso roto, del secreto que traiciona, del sentimiento que se parte. Llamar infidelidad a un chat íntimo o reconocer el daño por una conexión emocional oculta implica aceptar que la fidelidad se construye también en lo invisible.








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