Día Mundial de la Salud Sexual: mitos y verdades en la edad adulta que aún persisten
Cada 4 de septiembre, el Día Mundial de la Salud Sexual invita a repensar qué sabemos, y qué no, sobre nuestra vida íntima. Sin embargo, el foco no debería estar solo en adolescentes: muchos adultos cargan con vacíos educativos que impactan en sus vínculos, en el disfrute y en la toma de decisiones sobre anticoncepción y cuidado.
“La gran pregunta de muchos adultos es: ¿qué es normal para mi edad?”, resume la sexóloga clínica argentina Beatriz Literat (Halitus Instituto Médico). Según advierte, haber crecido sin una educación sexual integral genera vergüenza, culpas y desconocimiento del propio cuerpo y de la sexualidad de la pareja, lo que dificulta el diálogo.
"Día Mundial de la Salud Sexual":
— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) September 4, 2025
Porque hoy se hace conciencia sobre la salud sexual como parte de la salud íntegra de las personas. pic.twitter.com/UO92gTtq7i
Esto se traduce en problemas concretos: adultos que confunden sexualidad con simple genitalidad, que no consultan por creer que sería una “humillación” y que siguen atados a mitos.
Entre los vacíos más fuertes están la anticoncepción, con hombres que aún rechazan preservativos por supuesta pérdida de sensibilidad o mujeres que temen efectos irreversibles de las pastillas, y los mitos alrededor del orgasmo femenino, todavía asociado de manera errónea a la sola penetración.
Literat también advierte sobre la pornografía, que genera expectativas irreales y puede derivar en ansiedad por el desempeño, afectando la autoestima. “La sexualidad real es mucho más amplia y satisfactoria que la reiteración de escenas ficticias”, afirma.
Para la especialista, la sexualidad debe entenderse como individual y dinámica, como una “huella digital” que cambia con la edad, la biología y las experiencias. Por eso recomienda a los adultos actualizarse con profesionales especializados, ya que en pocas consultas se pueden derribar mitos y acceder a información clara y científica.
El mensaje final en este Día Mundial es claro: la salud sexual es parte de la salud integral, y hablar de placer, diversidad y educación no es un lujo, sino un derecho que atraviesa todas las edades.
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