Abandonan el monitoreo en tiempo real del riesgo país argentino, un golpe más al desastroso manejo de Milei
El gigante financiero J.P. Morgan anunció la exclusión de Argentina del EMBI+ (Emerging Markets Bond Index Plus), el índice de referencia mundial para bonos de mercados emergentes.
Esta medida implica que el riesgo país argentino ya no se medirá en tiempo real, pasando a un control diario y rudimentario.
Che #BoboCaputo. ¿No era que los de JP Morgan eran tus amigos porqué trabajaste ahí?.
— Martin. Miguel Etchegoin. (@EtchegMartin) October 6, 2025
Ahora las actualizaciones del EMBI que es el que mide el Riesgo País va a cambiar su metodología haciendo que el inversor pierda visibilidad de los bonos argentinos. https://t.co/VBt35GZu2y
Es el enésimo signo de que la "terapia de shock" mileísta ha convertido al país en un paria financiero, alejándolo de los inversores globales y profundizando la crisis económica que asfixia a millones de argentinos.
La decisión de J.P. Morgan no es un capricho técnico, sino una sanción implícita por el incumplimiento flagrante de normas básicas del mercado.
Argentina falló en emitir deuda en dólares al menos una vez cada cinco años, una condición elemental para mantener la presencia en el EMBI+. La última colocación data de 2020, bajo el gobierno anterior, por lo que los bonos argentinos son reubicados en el EMBI Global Diversified (EMBIGD), un cajón de sastre para economías marginales con baja liquidez, escaso volumen de transacciones y nulas perspectivas de emisión.
En términos simples, pasamos de ser un emergente viable a un caso perdido en los radares de Wall Street.
¿Qué es el EMBI+ y por qué esta exclusión es un mazazo para la soberanía económica?
Creado por J.P. Morgan, este índice compara el rendimiento de bonos soberanos de países en desarrollo con los Treasuries estadounidenses, considerados el benchmark de la seguridad global.
La brecha entre ambos –el famoso "riesgo país"– mide cuánto extra pagan los gobiernos para endeudarse. Para Argentina, que ya arrastra un riesgo país por encima de los 1.500 puntos básicos, esta salida del EMBI+ significa invisibilidad total: los grandes fondos de inversión, bancos y gestores de activos ya no tendrán datos minuto a minuto sobre nuestra deuda.
¿El impacto? Menos visibilidad equivale a menos confianza, mayor costo de financiamiento y un aislamiento que acelera la fuga de capitales.
En un contexto donde el dólar blue está cerca de los 1.500 pesos y la inflación galopante devora salarios, esta noticia es gasolina para el incendio.
El gobierno mileísta, con su negacionismo crónico, minimiza el asunto como un "detalle técnico".
Pero la realidad es cruda: desde que asumió, Milei ha priorizado el ajuste salvaje sobre la reactivación productiva, rechazando cualquier diálogo con el FMI y apostando a un "milagro" libertario que solo ha multiplicado la pobreza –hoy en 55% según datos independientes–.
Recordemos: en paralelo, el Ejecutivo solicitó reimprimir boletas electorales de la Provincia de Buenos Aires, ya listas para distribución, en un despilfarro que evidencia la improvisación y el caos administrativo.
Esta exclusión no es solo un problema de índices; es un termómetro de la desconfianza global hacia un modelo que prioriza a los especuladores por sobre el pueblo.
Argentina merece mejor que este retroceso al ostracismo financiero. Urge un cambio de rumbo: diálogo multilateral, inversión en soberanía productiva y un plan inclusivo que repare el tejido social destrozado.
Mientras Milei tuitea memes, el mundo nos da la espalda.








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