Y no es que se despidan solamente a los nuevos, no. Aquí también hay veteranos con 15, 20 años o más que, al parecer, no se ajustan al nuevo estilo “Milei: menos es más”. La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ya se ha puesto en marcha organizando concentraciones y asambleas. Pero, ¿quién necesita trabajadores sociales, psicólogos y acompañantes en un país donde la pobreza está “desacelerando”, según la ministra Sandra Pettovello? No es su prioridad.

Entre las áreas más afectadas, la Secretaría de Derechos Humanos ha sido un blanco predilecto, para sorpresa de nadie. Ahí, aproximadamente 120 personas recibieron la noticia de que estaban oficialmente sin trabajo, dejando a esta dependencia casi vacía. La pregunta es: ¿a dónde van a parar esos derechos humanos que tanto le molestan a Milei?

No solo se despidió a quienes ayudan a los sectores más vulnerables, sino que también se desmantela el Ministerio de Capital Humano, donde, supuestamente, se trabaja por el bienestar de la población. Pero claro, lo urgente es cortar costos, no atender las necesidades de quienes más lo necesitan.

En los primeros nueve meses de gobierno de Milei, el daño ya está hecho: al menos 30 mil despidos, según el Centro de Economía y Política Argentina (CEPA). Y eso que recién empieza. Lo que nos espera a la vuelta de la esquina podría ser aún más alarmante, ya que el programa de la motosierra sigue en plena acción. Así que, mientras la pobreza es el tema del día, el Gobierno se dedica a achicar el Estado y a dejar a miles sin trabajo.