La falta de acción generó descontento entre los bomberos, quienes, formados en fila y bajo el sol, esperaban el saludo del presidente. Sin embargo, Milei no bajó del helicóptero y sobrevoló la base de operaciones sin detenerse, frustrando las expectativas de quienes lo aguardaban. Vecinos de la zona también se acercaron con la esperanza de recibir al mandatario, pero se retiraron decepcionados.

La visita, que fue vista más como un acto de presencia que una respuesta efectiva, se produjo en medio de críticas crecientes por la inacción del gobierno nacional frente a los incendios. El secretario de Defensa, Luis Petri, intentó mitigar las críticas asegurando que "las Fuerzas Armadas están brindando apoyo", pero no hubo anuncios significativos por parte del presidente.

El viaje de Milei a Córdoba pareció más motivado por la necesidad de mostrar compromiso ante la caída de su imagen en las encuestas que por una intención de aportar soluciones concretas. En una provincia donde había obtenido un amplio apoyo en el balotaje, el mandatario no ofreció ninguna medida, ni se pronunció sobre la emergencia que continúan exigiendo los vecinos afectados.