
Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
Con 153 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones el régimen mileista logró sostener el inmoral veto al aumento de haberes jubilatorios en la Cámara de Diputados. Al término de la sesión hubo incidentes en las inmediaciones de Plaza Congreso. De acuerdo con el manual de estilo más acorde con la dictadura que con la democracia, los lúmpenes uniformados de la Policía Federal Argentina dieron rienda suelta a su sed orgásmica de golpear a los manifestantes.
Téngase presente que al momento de la votación hubo ocho diputados que se ausentaron del recinto. Los legisladores pueden votar o no, pero estando de por medio los intereses de los jubilados, ausentarse es ser colaboracionista con el régimen inmoral. Los ocho que vaya a saber por qué razón fueron funcionales al Poder Ejecutivo son: Roxana Reyes y Gerardo Cipolini (UCR), Héctor "Tito" Stefani, Héctor Baldassi y Ana Clara Romero (PRO), Pamela Caletti, Ricardo López Murphy y Francisco Morchio (Encuentro Federal) y Ana Fabiola Aubone (Unión por la Patria) No hay pruebas, pero la sombra de la Banelco siempre está.
Los que tuvieron el coraje de poner la cara y alzar la mano para negarle un pedazo más de pan a los jubilados fueron los diputados del bloque de La Libertad Avanza; los del PRO; los "peronistas libertarios" de Independencia de Tucumán; la tucumana Paula Olmedo, del bloque Creo y los cinco radicales travestidos: Martín Arjol, Martín Campero, Pablo Cervi, Luis Picat y José Tournier, que en la víspera se reunieron con Javier Milei y luego de la reunión cambiaron su voto ¿A cambio de qué? Solo Dios lo sabe, pero la sombra de la Banelco anda por ahí.
Hablando de radicales, ayer estuvo presente en la marcha Ricardo Alfonsín. El hijo del expresidente conversó con NOVA y dijo cosas muy interesantes: "No me sorprende lo que está pasando hoy con el partido radical. Por eso me desafilé". El ex diputado cargó contra la fracción de la UCR que, al igual que en 2015, coloca al centenario partido como furgón de cola de la derecha. Lástima que su padre, el gran Raúl Alfonsín, no esté para aportar su mirada sobre el tristemente célebre accionar de los que dicen levantar las banderas de Leandro N. Alem.
Los diputados travestidos de la UCR, que inicialmente habían apoyado el aumento, justificaron su cambio de postura argumentando la necesidad de "responsabilidad fiscal" en un contexto económico delicado. Ellos son los responsables de que a nuestros abuelos le siga faltando plata en su bolsillo ¿No le piden al régimen que sea responsable cuando el Presidente dilapida millones de pesos en sus viajes al exterior? ¿No se fijan en el superfluo gasto en medialunas? Nada menos que 16 millones de pesos para que no falte el desayuno en Casa Rosada. Esas medialunas se pagan con plata de todos. Eso no lo ven, y lo que es peor, no les importa.
Los jubilados cargan en sus espaldas el peso de un ajuste que, según la promesa electoral del mileismo, iba a pagar "la casta". En lo que respecta a la situación de los adultos mayores, desde el 10 de diciembre de 2023 hasta hoy, el régimen le quitó 44 medicamentos que dejaron de ser gratuitos; le impidió recomponer sus haberes y encima les pegan. Por si algo faltaba, cuenta con la repugnante complicidad de un grupo de comunicadores complacientes cuya tarea es justificar semejante estropicio. El diccionario no contiene una palabra para definir semejante crueldad, porque cualquier improperio que se les diga, es poco. Corresponde al lector poner aquí la palabra que crea más adecuada.