Realeza y Jet Set
El brillo de la realeza no garantiza el éxito

Meghan Markle enfrenta un difícil desafío tras su salida de la realeza

Meghan Markle nuevamente en medio de la polémica.

Desde que Meghan Markle se distanció de la familia real británica, su vida no ha sido precisamente tranquila. Recientemente, lanzó su nueva marca de estilo de vida, American Riviera Orchard, pero el comienzo ha estado lejos de ser ideal. Según el diario británico The Sun, el lanzamiento no ha cumplido las expectativas, ya que hasta ahora solo se han enviado 50 frascos de mermelada, todos destinados a amigos e influencers.

El hecho de que la empresa de la duquesa de Sussex, lanzada en marzo, esté enfrentando un arranque tan complicado ha generado preocupación. Un experto en branding sugiere que el problema principal podría ser la falta de inversores, lo que estaría frenando el crecimiento del negocio. Además, se rumorea que Meghan estaría buscando un CEO para delegar algunas de sus responsabilidades, lo que podría aliviar la carga, pero también refleja las dificultades internas de la empresa.

Otra fuente ha revelado que casi 20 empleados han renunciado desde el inicio de la compañía, una cifra que, según los expertos, es alarmante incluso para una startup. “Los números no mienten, y las renuncias masivas cuentan su propia historia. Es algo sin precedentes”, comentó la fuente, dejando en claro que la situación es crítica.

La reciente salida del jefe de personal, Josh Kettler, después de solo tres meses en el cargo, ha alimentado aún más los rumores sobre la gestión interna. Aunque se comunicó oficialmente que la separación fue de mutuo acuerdo, varios indicios apuntan a un ambiente de trabajo tóxico ya una creciente insatisfacción entre el personal.

Los rumores sobre el trato duro y exigente de Meghan Markle y el príncipe Harry hacia sus empleados han circulado durante meses. Esta reputación está afectando negativamente a su empresa, que ya ha enfrentado problemas similares en el pasado. A medida que más empleados denuncian maltrato, se pone en entredicho la capacidad de los duques de Sussex para liderar un negocio exitoso tras su salida de la realeza, dejando a su empresa en una situación cada vez más precaria.

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