VIDEO | Se armó la gorda: gritan que no hay plata para los jubilados, pero Bullrich se deliró 40 mil millones de pesos
Desde su regreso al Ministerio de Seguridad bajo la gestión de Javier Milei, Patricia Bullrich destinó 39.128.739.961 pesos en material para las fuerzas de seguridad federales, destacándose la compra de más de 10 mil pistolas, 20 mil chalecos y casi 3 millones de balas de 9 milímetros.
Las adquisiciones incluyen 10.800 pistolas semiautomáticas calibre 9mm a Bersa S.A., distribuidas principalmente entre la Policía Federal, el servicio penitenciario, Gendarmería y la Policía Aeroportuaria, con un costo total de 7.399.298.040 de pesos. Además, se gestionaron 19.700 chalecos antibalas por 14.763.019.300 de pesos, y otros equipos como escudos antidisturbios y equipos de protección personal.
La audacia de Bullrich siempre fue ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Lo que se dice una basura.
— Cristian Cimminelli (@cristiancim) September 11, 2024
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Uno de los aspectos más relevantes es la adquisición de más de 3 millones de balas, principalmente calibre 9mm, adquiridas a Fabricaciones Militares. Este arsenal incluye municiones para escopeta y fusil, superando significativamente las compras de años anteriores.
Pero eso no es todo, también figuran compras de cascos, camionetas. Incluso, como para no perder los viejos vicios, una de las empresas ganadoras es Red Impact, la cual figura que se le abonó 16.640.154 de pesos por 14 cascos balísticos, lo que implica que cada uno cuesta más de un millón de pesos. En este sentido, durante la gestión de Sabina Frederic, la entonces ministra de Seguridad dejó sin efecto una licitación que beneficiaba a esa firma por los resultados de una auditoría que arrojó sospechas de direccionamiento interno para favorecerla pero con Bullrich volvieron.
Este aumento en el equipamiento de las fuerzas de seguridad suscita preocupación. Tras la represión en las afueras del Congreso durante el debate de la ley Bases, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza. En respuesta, el gobierno de Milei defendió su accionar, argumentando que los cortes de tránsito frecuentes y organizados por pequeñas protestas representan un gran trastorno para la vida diaria de los argentinos.