Don Cury, el señor de los carpinchos de la Isla de Oro de Formosa
Desde Formosa pide que ayudemos a la preservación de la especie. Proteger su hábitat es respetar el ecosistema, consideró el hombre más conocido de la provincia por alimentar cada día a estos bellos ejemplares de la fauna.
A minutos del centro de la ciudad capital de Formosa, en un lugar llamado Isla de Oro, rodeada de esteros, bañados y camalotes, un señor al que todos conocen como Don Cury se hizo más que conocido en toda la provincia por cuidar y alimentar a cientos de carpinchos que lo visitan a diario.
Los carpinchos son los roedores de mayor tamaño en el mundo, son muy dóciles y muchas personas hasta los quieren domesticar, pero estos animales forman parte de la fauna argentina y tienen que vivir en su hábitat natural.
En la Isla de Oro, un lugar lleno de naturaleza, de mitos y leyendas, vive Don Cury, quien convive desde hace unos 10 años con estos maravillosos ejemplares.
Ramón Ruíz Díaz, más conocido como Don Cury o el señor de los carpinchos en Formosa, cuida a las mamás carpinchos y después a sus pequeños bebés.
Los carpinchos son animales silvestres y son considerados patrimonio natural. Estos grandes roedores apacibles y sedentarios, se asemejan a un cuis de pelaje pardo -rojizo.
Estos animales suelen vivir en las aguas del río, y son característicos de la zona norte de la Argentina.
Don Cury fue sincero, era un depredador de los carpinchos, hasta que un día luego de matar a una madre se dio cuenta que su cría sobrevivió, la bautizó Vanesa y se comprometió en el cuidado de la especie, nunca más cazarlos, y ahora viven con él en la Isla de Oro.
Don Cury cuenta que su relación con estos bichitos es parecida a la que tiene cualquier persona con una mascota. “Yo los llamo con un silbido y ellos vienen, tienen ya su horario para acercarse hasta acá”, comentó.
Actualmente tiene más de 50 ejemplares con él, pero supo tener más de 100 en su momento, pero los cazadores furtivos se los fueron matando.
Un amor animal único
“Me hicieron mucho daño, hasta me amenazaron a mí de muerte. Y yo a estos animalitos los quiero mucho. Son míos. Me los mataron a los animales y dejaron los cuerpos ahí. No entendí nunca porqué me hicieron esto, porque no fue por necesidad, no fue por hambre que me los mataron”.
Tanto es el interés que este hombre despertó por sus animales, que equipos de producción fueron a Formosa, desde otras partes del mundo, para mostrar al Señor de los Carpinchos, conocer su particular historia, hacer documentales y mostrar cómo es su día a día con estos enormes roedores.
Don Cury, lleva años cuidando y amando a los carpinchos que se juntan a su alrededor en la Isla de Oro. Es una sensación para cualquiera que pasa por ahí y ve cómo esos roedores gigantes se acercan cuando él los llama. Tal es la sensación que genera que su foto está en un puerto en Francia y también en un paseo de Córdoba.
El día que se muera, sus protegidos -por los carpinchos- seguirán su rumbo dijo. Mientras tanto, pide que ayudemos a la preservación de la especie. Proteger su hábitat es respetar el ecosistema natural.