Érica Melinda Ojeda, es modelo, maquillista, y estudiante de cosmetologia. Tiene 32 años, y nació en Puerto Iguazú, Misiones, pero se crió en Lanús. En conversación con NOVA nos comentó detalles sobre su vida y recorrido.
“Comencé en este mundo del modelaje hace un año aproximadamente, primero tomando clases en un curso que se dictaba en Lanús, el cual me permitió realizar algunos desfiles. Actualmente estoy estudiando modelaje de manera profesional en la escuela de Verónica de la Canal, en la sede de Palermo!, detalló Érica.
Sobre su experiencia en el mundo del modelaje, manifestó que “ser modelo significa poder expresarme y sacar eso que uno lleva dentro, lo que permite poder conocerse más a uno mismo”, y agregó: “Lo que más me gusta de la profesión es que te lleva a que te las creas y por lo tanto creas más en vos. Que tengas más actitud y esto te sirve no solamente a la hora de desfilar sino también en otros ámbitos. El modelaje hace que desarrolles mayor confianza y seguridad en vos mismo”.
En esa línea, remarcó: “Los desfiles que realicé son relevantes porque todos me fueron dando experiencia, pero el último desfile que tuve, que más que un desfile fue una muestra de arte, bajo la producción de Rousy Rouss, fue una muy linda experiencia y altamente gratificante”.
Asimismo, Érica Melinda Ojeda, expresó su deseo de seguir avanzando en el modelaje y trabajar con marcas reconocidas así como también en desfiles, tanto dentro como fuera del país.
Sin embargo, la modelo contó que tomó clases de canto y que le gustaría seguir perfeccionándose. “Me gustaría poder dedicarme a la música, dedicarme a cantar que es algo que disfruto mucho”, agregó.
Al ser consultada por sus referentes, Érica no dudó en ponderar a su mamá: “a ella siempre le interesó todo lo relacionado al arte. Se interesa en el tema de la vestimenta y en cómo lucir las prendas. Así como también disfruta mucho de la música y de cantar. De ella heredé el amor por el arte en general, pero principalmente por la música”.
Para cerrar, expresó que “el modelaje es mucho más que aprender a caminar y realizar poses, es una de las tantas formas que tiene el arte de expresarse. Ayuda mucho a mejorar el autoestima, a quererse más, aceptarse, a ganar mayor confianza y seguridad en uno mismo. Aprendes a tener mayor actitud, ayuda a que creas en vos. Y todo esto te sirve no solamente a la hora de desfilar sino también para la vida en general”.