La historia viviente
Falleció el 31 de julio de 1948

Manuel Savio: el gran hacedor de Fabricaciones Militares y Somisa

El militar e ingeniero dedicó su vida a desarrollar la industria siderúrgica en nuestro país.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 31 de julio de 1948 murió en Buenos Aires el general Manuel Savio, el militar e ingeniero argentino que dedicó su vida a desarrollar la industria siderúrgica en nuestro país desde la dirección de Fabricaciones Militares y Somisa. En su homenaje se conmemora este miércoles en nuestro país el Día de la Siderurgia.

Hijo de inmigrantes, de joven ingresó al Colegio Militar de la Nación el 3 de marzo de 1909 del que egresó como uno de los mejores cadetes de su promoción, mostrando condiciones en lo atinente a ingeniería y la táctica militar. En diciembre de 1910 ya era subteniente. Ascendió a teniente en 1913, a teniente primero en 1915 y a capitán en 1920. En paralelo estudió ingeniería militar, obteniendo un título de grado en 1931. En el escalafón militar llegó a coronel en 1936, a general de brigada en 1942 y por último, a general de división en 1946.

Su obsesión fue el desarrollo de la industria pesada. En 1941, durante la presidencia de Roberto M. Ortíz fue redactor de la Ley 12.709, por medio de la cuál se dispuso la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares, que abrió la puerta para la inauguración de los Altos Hornos Zapla, en la provincia de Jujuy, durante el gobierno de Edelmiro Farrell, en 1945.

La muerte lo sorprendió a los 56 años, cuando todavía tenía mucho por hacer. Con motivo de su deceso el Plan Savio, también llamado Plan Siderúrgico Argentino, fue suspendido. Recién en 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi, se lo retomó. Por esos días se instaló la planta de Punta Argerich, luego rebautizada como Planta Siderúrgica General de División Manuel N. Savio.

Fabricaciones Militares

La Dirección Nacional de Fabricaciones Militares sirvió a la patria impusando la industria química pesada. También fue un factor gravitante para el establecimiento de un círculo virtuoso de intercambio científico y tecnológico con las empresas mecánicas y dió fuerza a la minería nacional. Luego de la muerte de Savio se nombró a Juan Ignacio San Martín en su lugar. El nuevo director siguió de cerca el trabajo del ingeniero francés Emil Dewoitine en lo que fue el proyecto del avión Pulqui.

A fines de 1991, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, la Ley 24.045 declaró sujetas a privatización a las fábricas militares de Azul, Fray Luis Beltrán, Río Tercero y Villa María. En 2006, Fabricaciones Militares dejó de estar “sujeta a privatización” y fue puesta bajo la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Bajo su nueva condición se dedicó a la elaboración productos e insumos que demandaban las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

Somisa

Durante la presidencia de Juan Domingo Perón se dio forma al Plan Siderúrgico Argentino aprobado por Ley 12.987 de 1947. Por imperio del mismo nació la Sociedad Mixta Siderurgia Argentina (Somisa) el objetivo buscado era que el Estado tenga a su cargo la producción de acero y que los empresarios monten una industria laminadora.

A partir de 1952, con la economía argentina en crisis, comenzaron a notarse dificultades para importar los insumos para la producción metalúrgica y siderúrgica. En ese contexto la construcción de Somisa fue una prioridad para el gobierno peronista. El resultado de esa politica fue la aparición de fábricas metal-mecánicas, para la producción de motores, automotores, locomotoras y aviones.

El resultado de la política peronista comenzó a notarse pocos años después. El panorama indistrial argentino modificó su paisaje con Fiat (1955), Industrias Kaiser Argentina (1955) y la transformación de la Fábrica Militar de Aviones en Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME) y luego en Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA). En 1991, durante la Segunda Década Infame -conocida como la década menemista- Somisa fue privatizada y pasó a manos de Techint. La mitad de su personal quedó sin trabajo y la empresa fue vendida por el 10 por ciento de su valor.

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