En su entrevista con La vida sin filtros, Gracie volvió a abordar aquella situación que la llevó a la fama: “Los aviones necesitan asientos más grandes”, recordó, refiriéndose a la incómoda situación que vivió con una aerolínea, que no logró acomodarla adecuadamente, incluso en un asiento de preferente más grande.

Además, Gracia reveló que ella inició un cambio corporal por culpa del amor: “Él, una persona acomplejada, jugó con mi autoestima y yo, al estar tan gordita, quería complacerlo”. Estas palabras abrieron la puerta a la historia de su cirugía de bypass gástrico, una decisión poco meditada que buscaba agradar a su marido más que a ella misma. “Me operé e hice un bypass gástrico, que no lo recomiendo tan a la ligera”, admitió.

Como no sopesó bien esta decisión, con el tiempo se arrepintió de haber pasado por quirófano: “Empiezo a reducir y noto que la piel empieza a colgar. No me gustaba, aunque lo hice por complacer a mi marido”.

Por último, reflexionó que los cuerpos como el suyo, aunque no son habituales, son reales: “Mi cuerpo existe, estoy presente y la gente tiene que saberlo”.