VIDEO | ¿Fuego amigo?: diputados opoficialistas quieren voltear el decreto que aumenta fondos reservados para la SIDE
El diputado Miguel Ángel Pichetto podría detonar una crisis terminal en el gobierno si su bloque logra llevar al recinto el proyecto de Margarita Stolbizer o el de los “lilitos” para anular el DNU 656/24, que incrementó en 100.000 millones de pesos los gastos reservados de la SIDE. Si esta ampliación presupuestaria entrara en duda, la pelea entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y Karina Milei por el control de los organismos de inteligencia y sus recursos podría descarrilarse.
A los argumentos sobre la imposibilidad legal, ya que un incremento de estos fondos debe pasar por el Congreso, se suma el fastidio del rionegrino Pichetto por la impericia de Martín Menem al frente de la Cámara Baja y el incumplimiento de los acuerdos parlamentarios. El último desacuerdo se reflejó cuando se le negó a Emilio Monzó, miembro de la bancada de Pichetto, un lugar en la Bicameral de Inteligencia.
🔴#ResumenImlposible| Para la SIDE sí hay plata:
— Re (@refm1073) July 26, 2024
🔺El bloque de diputados de Pichetto y la Coalición Cívica buscan frenar el decreto que blinda por 100 millones de pesos los fondos reservados del organismo pic.twitter.com/Hx5udJWRaW
En este contexto, la bronca de los opositores más férreos, como los de Unión por la Patria (UP) y el FIT, podría unirse con los 31 legisladores del pichettismo para impugnar el decreto de Javier Milei que otorgó 100 millones de dólares extra al aparato de inteligencia administrado por Santiago Caputo. Así, el rechazo podría superar los 129 votos necesarios para dejar la medida a tiro de nulidad, a la espera de que ocurriera lo mismo en el Senado.
Menem goza provisoriamente de una precaria tranquilidad: el senador libertario Juan Carlos Pagotto mantiene pisada la Bicameral de DNU y, sin un dictamen en contra o a favor, los diputados necesitan dos tercios para someter la iniciativa a debate en sesión. Alternativamente, los opositores podrían someter el decreto a discusión después de diez días hábiles desde su publicación en el Boletín Oficial, según lo dispuesto en la ley 26122, que regula la intervención del Congreso en este aspecto.
Sin embargo, la táctica del adormecimiento también alimenta los nervios de los adversarios. De hecho, Pichetto ya retó públicamente a Menem dos veces por la parálisis legislativa. "Presidente, ponga las comisiones en funcionamiento", reprochó el diputado cuando se dio media sanción a la Ley Bases el pasado 30 de abril.
El freno de mano del riojano no es inocente. Mientras las comisiones demoren cada debate o ni siquiera se conformen, el oficialismo controla la actividad parlamentaria con las iniciativas que envíe la Casa Rosada. Un caso patente es la querella entre libertarios por la presidencia de la Comisión de Juicio Político, donde se suponía que presidiría Marcela Pagano, pero Karina Milei y Menem encabezaron un golpe, la reunión constitutiva se suspendió y el cuerpo quedó envuelto en un enchastre institucional que terminó con Oscar Zago eyectado del bloque y Pagano internada con una úlcera sangrante.
Aún si Diputados le bajara el pulgar al DNU que inyectó más de 100 millones de dólares a la SIDE, restaría el abordaje por parte del Senado. Allí influiría fuertemente la designación del presidente de la Bicameral de Inteligencia. Si la interna del gobierno se resolviera a favor de Karina Milei y Caputo, Edgardo Kueider podría quedar a la cabeza, fidelizando algunas voluntades, pero mellando el apoyo de los senadores que responden a Villarruel. Pero si la vicepresidenta prevaleciera sobre la Rosada y Martín Göerling condujera la Bicameral, podrían romperse otros lazos.
En el despacho de Menem, actualmente se sacan cuentas buscando "un acuerdo integral" que evite el hundimiento del decreto que Caputo pergeñó para potenciar su expansión política dentro y fuera del gobierno.