Al cierre del primer semestre del año, el presidente Javier Milei celebró su primer y agónico logro legislativo desde que asumió en el poder. Tras una larga puja en el Congreso, la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, se abre ahora una nueva etapa de su gestión que aún no da señales de un despegue económico, área donde sigue haciendo agua a pesar de jactarse de ser un especialista en la materia.
Esta victoria política obtenida gracias a los votos de las criaturas del “nido de ratas” -que finalmente se transformó en un nutrido caldo de cultivo para el Presidente-, tuvo un correlato negativo en el ámbito económico, que se manifestó con una nueva suba del Riesgo País, escalada del dólar y caída de bonos. ¿Por qué? Falta de apoyo de los expertos de su “palo”, es decir, los economistas, lo cual ocasionó otro arranque de furia por parte de Milei, quien está más preocupado por seguir paseando fuera del país y ganar un Premio Nobel, que por mostrar empatía con sus colegas y trabajar por el bienestar de los argentinos.
El exministro Domingo Cavallo, figura que el presidente ha destacado en varias oportunidades, le aconsejó al Gobierno que acelerara el ritmo de devaluación porque de lo contrario, el sector agropecuario no liquidaría los dólares necesarios para enfrentar el segundo semestre.
Este tipo de críticas por negarse a devaluar -quiere evitar a toda costa saltos inflacionarios- desestabilizaron al jefe de Estado una vez más, y en actitud defensiva, argumentó que “les cuesta salir de ciertos modelos mentales que traen en la cabeza. Es como decimos nosotros: no la ven”.
Como contrapartida, cabe preguntarle a Milei si él realmente “la ve”. La lucha cotidiana de la gente no le mueve la aguja, sino todo lo contrario. Lo irrita. A continuación algunos datos irrefutables del balance semestral cuyo impacto brutal se niega a reconocer:
- El lunes pasado, el INDEC dio a conocer su informe de avance del nivel de actividad correspondiente al primer trimestre del año, el cual revela que la economía cayó 5,1 por ciento interanual, y 2,6 por ciento en el balance desestacionalizado respecto al trimestre anterior. En su último informe sobre perspectivas económicas mundiales, el Banco Mundial sostiene que la economía del país se contraerá 3,5 por ciento en 2024, superando el número que había pronosticado en estimaciones previas (2,8 por ciento).
- Con la aprobación de la Ley Bases, disminuye los impuestos que pagan los millonarios pero aumenta los de la clase media y los de los monotributistas sociales.
- Ganancias: tras la aprobación del paquete fiscal, volverán a tributar alrededor de 800.000 trabajadores que habían sido eximidos.
- Liberación de los topes de las tarifas de telefonía móvil, cable e internet. A causa de la crisis, casi el 70 por ciento de los hogares argentinos redujeron sus servicios de internet y TV, y un 65,3 por ciento ajustaron sus presupuestos para cable y streaming, según informó CABASE.
- Aumentos descomunales en medicina prepaga (del 6 al 9 por ciento), alquileres (en el marco de la Ley de Alquileres, 244 por ciento), trenes (20 por ciento) y combustibles (del 5 al 7 por ciento).
- Enormes pérdidas de productores agropecuarios como consecuencia de la caída en la demanda.
- Caída del consumo al nivel más bajo desde 2001, y sigue en recesión. Cada vez depende más de las cuotas y descuentos, único refugio de los consumidores frente a los precios desorbitantes: los supermercados no repuntan, tampoco el sector de electrodomésticos, y el rubro indumentaria se vio obligado a adelantar liquidaciones para no seguir sufriendo pérdidas.
- Desempleo: desde diciembre, cerraron casi 400 mil cuentas sueldo de acuerdo a datos del Banco Central. La desocupación subió a un 7,7 por ciento en el primer trimestre del año. Esta semana, habrá una nueva ola de despidos de trabajadores estatales.
- Las pymes acumulan una retracción de 19,1 por ciento. El sector lácteo registró un descenso del 14,5 por ciento y el consumo de carne bajó 15,9 por ciento, el índice más bajo de los últimos 30 años.
- Monotributo: habrá una actualización de los topes de facturación y cuotas, con subas de entre 300 y 330 por ciento.
- Los números del turismo a nivel nacional también están en crisis, lo cual está impactando en el número de reservas de las vacaciones de invierno.
A pesar de este panorama, a Milei no hay dato que lo haga reaccionar ni despertar de su fantasía de líder libertario mundial. Sigue dándole la espalda a la realidad y pateando la pelota para afuera; de hecho, recientemente el FMI fue nuevo blanco de sus ataques de verborragia, al denunciar que está “infiltrado por comunistas”. Su personalidad necesita del conflicto permanente para lucirse en el centro de la escena, más por el show que por su endeble nivel de gobernabilidad.
Por lo pronto, en breve se reanudarán las negociaciones paritarias con algunos gremios, por supuesto con las expectativas bajas, dados los antecedentes, ya que los aumentos salariales que los trabajadores necesitan para evitar la continua pérdida del poder adquisitivo han sido sistemáticamente negados por el Gobierno.
Mientras sigue insistiendo en que no hay plata, quien flashea poderes de Terminator y sueña con convertirse en prócer de la Economía, aún no logra estabilizar los números del país y, mucho menos, encauzarlo hacia un sendero de crecimiento. Eso sí, los viajes vacíos de contenido que implican el despilfarro de millones de dólares no los resigna. Sin duda, las mieles del poder son más fuertes que la lealtad al pueblo que lo condujo al sillón presidencial.