La situación se agravó cuando un oficial superior amenazó con detener a Pizarro por cuestionar la repetición de los interrogatorios. "Prácticamente por haberle preguntado eso casi me pone preso. Me dijo que las preguntas las hacía él, que yo no podía responderle nada, excepto lo que él me dijera", subrayó Pizarro.

Durante su retención, Pizarro fue llevado a una oficina de Aislamiento y Deportación, donde le hicieron grabar un video explicando quién era, a qué había venido y qué pretendía hacer en Venezuela. "Me retuvieron el pasaporte, me llevaron a una oficina, y me hicieron grabar un video", comentó Pizarro, detallando el ambiente y las condiciones bajo las cuales se realizó la grabación.

A pesar de tener un cronograma de tareas para su primer día en Venezuela, Pizarro no pudo cumplir con sus planes debido a la demora en el aeropuerto. Relató que las acreditaciones para la cobertura de las elecciones se entregaban hasta abril y que la embajada venezolana en Buenos Aires no ofreció muchas respuestas. "Eso lo iba a hacer en las primeras horas del día de hoy, pero no llegué porque me mantuvieron en esa sala", relató.

Después de varias horas de retención y sin poder contactar a nadie, una persona se presentó y le comunicó que sería deportado por no cumplir con los requisitos de ingreso al país. Pizarro esperaba ser subido a un vuelo de COPA Airlines con destino a Panamá, escoltado por tres agentes de Migraciones.

Ante esta situación, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) emitió un comunicado rechazando lo sufrido por el periodista. "Repudiamos enérgicamente la detención y posible deportación del periodista Jorge Pizarro. Reclamamos a las autoridades de Venezuela la habilitación sin condicionamientos a todos los periodistas enviados a ese país a cubrir las elecciones del próximo domingo", expresó ADEPA en su mensaje de rechazo.