Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 24 de julio de 1840, la ciudad de Rosario sufrió un bombardeo por parte de la escuadra francesa. Este ataque, enmarcado en el conflicto que la potencia extranjera mantenía con el brigadier general Juan Manuel de Rosas, es un episodio olvidado por la historiografía argentina. Las tropas federales lideradas por el general Ángel Pacheco defendieron valientemente el territorio, pero la superioridad naval francesa se hizo sentir.
El contexto político de la época estaba marcado por la tensión entre Rosas y las potencias extranjeras. El Restaurador de las Leyes, gobernador de Buenos Aires y líder de la Confederación Argentina, había adoptado una postura firme, lo que le valió tanto admiradores como enemigos. Su política de centralización del poder y su manejo de las relaciones exteriores generaron fricciones con países como Francia y Gran Bretaña.
El conflicto con Francia se intensificó cuando Rosas impuso restricciones comerciales que afectaron los intereses franceses en el Río de la Plata. En respuesta, los galos decidieron intervenir militarmente, bloqueando el puerto de Buenos Aires y llevando a cabo acciones como el bombardeo de Rosario. Este ataque no solo buscaba debilitar a Rosas, sino también enviar un mensaje claro sobre la determinación francesa de proteger sus intereses comerciales.
Los franceses no estaban solos. El general Juan Galo de Lavalle -ferviente opositor a Rosas- aprovechó la ocasión para desembarcar en San Pedro, el 5 de agosto de 1840. La “espada sin cabeza” -que había sido derrotado por Rosas en la batalla de Puente de Márquez en 1829- veía en esta intervención una oportunidad para derrocar al caudillo y restaurar un gobierno unitario, pero su intento resultó infructuoso. Hay personajes como Lavalle y Justo José de Urquiza que en momentos cruciales de la historia argentina demostraron su bajeza pactando con extranjeros para derramar sangre argentina.
La resistencia de las tropas federales bajo el mando de Pacheco fue heroica. Los franceses no lograron su objetivo de hacer pie en Rosario, pero quedó en evidencia, una vez más, quién era quién en la política de esa época violenta.