La mayoría nos enfrentamos a la misma elección varias veces al día: qué comer. Además del precio, la accesibilidad y la preferencia, a menudo nos fijamos en qué tan saludable es un alimento para ayudarnos a tomar una decisión.
Pero cuando damos un paso atrás y examinamos nuestra dieta en su conjunto, ¿cómo podemos saber si estamos obteniendo los nutrientes que necesitamos?
Muchos investigadores afirman que necesitamos una dieta variada y que una forma de hacerlo es comiendo todos los colores del arcoiris. Pero, ¿es el color la mejor guía para obtener todos los nutrientes que necesitamos?
La prueba puede estar en la dieta mediterránea, que contiene muchas frutas, verduras y grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, y que los científicos suelen considerar la dieta más saludable.
No es coincidencia que la dieta contenga diferentes colores, dice Francesco Sofi, profesor asociado de nutrición clínica en la Universidad de Florencia en Italia. "Llevar una dieta mediterránea tradicional implica consumir diferentes nutrientes y fitonutrientes", explica.
Los fitonutrientes son pequeños compuestos químicos producidos por las plantas que nos ayudan a digerir nutrientes más grandes y también desempeñan un papel en la eliminación de toxinas de nuestro cuerpo.
"Sin embargo, la dieta no siempre contiene todos los colores; depende de la temporada, ya que las personas que hacen dieta comen alimentos de temporada y producidos localmente, y cultivan sus propias frutas y verduras", dijo.
De hecho, añade, los colores no se diferencian de otras dietas basadas en plantas, como la dieta vegetariana.
Hervir en vez de freir
También hay otras razones por las que la dieta mediterránea se encuentra entre las más saludables. Los mediterráneos tradicionalmente hierven, en lugar de freír, los alimentos de origen vegetal, lo que preserva los nutrientes, dice Sofi. Pero no se puede ignorar la abundancia de frutas, verduras y verduras en la dieta.
Los beneficios de una dieta rica en frutas y verduras para nuestro cerebro y corazón se encuentran entre los descubrimientos más consistentes en la ciencia de la nutrición, dice Deanna Minich, nutricionista funcional y profesora asociada de la Universidad de Western States en Portland, Oregon, EE. UU.
Consumir muchos colores puede reducir el riesgo de perder todos los nutrientes vitales. "Si falta un color del arcoíris, es posible que nos falte una función de ese alimento", afirma Minich. Esto sucede porque los alimentos de origen vegetal contienen miles de compuestos naturales llamados fitonutrientes, incluidos carotenoides y flavonoides, que tienen beneficios antiinflamatorios.
Y las verduras de diferentes colores ofrecen diferentes beneficios. Los alimentos azules y morados, incluidos los arándanos, tienen un alto contenido del pigmento vegetal antocianina, que se ha relacionado con un riesgo reducido de enfermedades cardíacas y diabetes tipo dos.
Las flavonas, que dan a los alimentos un color amarillo, pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. "Algunos pigmentos vegetales viajan a determinadas partes del cuerpo y se depositan allí", explica Minich. "Por ejemplo, la luteína se encuentra en una variedad de alimentos amarillos y verdes y viaja a la mácula en la parte posterior del ojo, donde puede ayudar a reducir el riesgo de degeneración macular".
Estudios muestran que los flavonoides pueden mejorar la salud del cerebro al bloquear la neurotoxicidad, que está asociada con la enfermedad de Alzheimer.