“Entre los recuerdos más preciados que conservo de esos días está la expresión de alegría de Perón cuando le entregaron su uniforme de Teniente General. Fue su última y fundamental reivindicación después de casi veinte años de exilio, proscripción, juicios y campañas en su contra. Nunca lo vi tan feliz. Lo recuerdo claramente, con el uniforme recién puesto, presentándose ante nosotros con una extraordinaria satisfacción, preguntando cómo se veía”.

La escena descrita por la hija del ex mandatario uruguayo Eduardo Víctor Haedo tuvo lugar en la residencia de Gaspar Campos 1065, en la localidad bonaerense de Vicente López, pocas horas antes del 12 de octubre de 1973, cuando Perón se preparaba para asumir por tercera vez la presidencia argentina.

Aunque no lo menciona explícitamente, se sugiere que en ese momento se ponía fin a un largo proceso que había comenzado en septiembre de 1955.