Bustos denunció que la hija de 18 años de Pérez Acuña habría abusado a su propia hermana de 5 años y en la causa interviene la UFI N° 5.

Romina no entiende el motivo de la denuncia de los dueños de la casa que alquilaba en la calle Anchoris al 4400, y está segura que su joven hija es inocente.

La justicia como medida preventiva prohibió que las hermanas vivan bajo el mismo techo y hace meses que no pueden verse.

Romina asegura que policías vigilan y siguen tanto a ella como a su hija de 18 años, quien actualmente estudia derecho, pero tiene miedo de salir de su casa.

Pérez Acuña afirma que Bustos y su pareja, Raúl Bogarín, tienen influencia en la fuerza policial y en la justicia y por esa razón son perseguidos y acosados desde el Estado.

“Solo me dejan de perseguir cuando saco el celular y empiezo a filmar. Es insostenible vivir así. No entiendo cómo puede prosperar una falsa denuncia sin ningún tipo de pruebas”, dijo Romina a NOVA.

La causa penal arrancó el 12 de agosto de 2022 y desde entonces Romina y su hija de 18 años han tenido que presentarse a la justicia en múltiples ocasiones, y aunque solo cuentan con los dichos de Bustos, la investigación no la cierran.

“El Juzgado de Familia N° 9 de la doctora Godino ordenó la separación de las hermanas sin pruebas y yo denuncié a los policías que nos perseguían en Asuntos Internos”, agregó Romina.

Vecino le dijeron a Pérez Acuña que Bustos y Bogarín se dedicarían al narcomenudeo y que tienen influencia en la Policía y la Justicia por su poder económico.

La mujer también denuncia que el servicio local de San Justo tampoco cumple con la Ley y sigue las indicaciones de esta pareja presuntamente narco.

La joven de 18 años sufre una enfermedad psiquiátrica y se encuentra medicada y desde la falsa denuncia ha empeorado por las persecuciones que padeció.

Romina sospecha que la falsa denuncia contra ella es porque rechazó los acosos del propietario de la casa.