¿Quién era este hombre? Nacido en 6 de marzo de 1791 en el Sacro Imperio Romano-Germánico (actual Alemania), desde muy pequeño demostró su inteligencia al aprender, junto a su lengua materna, los idiomas inglés, español e italiano. Llegó al Río de la Plata en 1819 y se dedicó al comercio. Tal como señaló el historiador Mario Tesler en su libro "El Gaucho Antonio Rivero", la mentira en la historiografia académica: junto con Conrado Rücker, asentado en Montevideo, dirigió una empresa comercial hasta 1821. En la Provincia Oriental se casó con la montevideana María Saez Pérez y tuvieron siete hijos.

Poco después se trasladó con su familia a Buenos Aires, donde se dedicó a la cría y venta de ganado cimarrón. Desempeñando esa actividad, conoció a Jorge Pacheco, veterano de las luchas por la independencia y empresario saladero. En sociedad con Pacheco, elevó una pedido al gobierno bonaerense en agosto de 1823 para instalar una colonia de cría de ganado vacuno en las Islas Malvinas. La solicitud fue concedida por el gobernador Martín Rodríguez y el ministro de gobierno Bernardino Rivadavia.

Una vez en las Islas, Vernet y su socio se dedicaron a la ganadería y a poner en valor las precarias construcciones edilicias del lugar. Tiempo después obtuvieron del gobierno de Buenos Aires permisos para realizar actividades de caza y pesca. Pero fue en 1826 cuando lograron establecerse en forma definitiva. La intención de fijar una presencia estable en Malvinas no fue antojadiza. Las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio del Brasil estaban en guerra. Es por ello que tropas brasileñas intentaron desembarcar en Carmen de Patagones el 7 de marzo de 1827, pero la resistencia de las milicias rioplatenses lo evitó, conservando la ciudad para las Provincias Unidas. El saldo de la batalla fue de 100 bajas entre las filas del invasor. Durante el conflicto se especuló con la posibilidad de que los brasileños quisieran hacer pie en Malvinas, aunque finalmente no ocurrió.

Lejos de la acción bélica, Vernet y su gente siguieron trabajando en las Islas. Desde Buenos Aires en 1828 el gobierno de Manuel Dorrego le ofreció hacerse cargo también de la colonización de la Isla de los Estados, concediéndole además, derechos de pesca desde el Río Negro hasta el Cabo de Hornos y amplias ventajas impositivas durante 30 años. No obstante la oferta, Vernet volvió a las Malvinas y retomó su actividad previa. En diciembre de 1828, Juan Lavalle derrocó y posteriormente ordenó fusilar al gobernador Dorrego. El nuevo mandatario nombró a Vernet en el cargo de comandante militar y político de las Islas Malvinas.

En agosto de 1831 a raíz de un incidente militar y diplomático que involucró a buques norteamericanos que estaban en la zona incumpliendo la legislación argentina sobre pesca, el gobierno emplaza en la zona un navío de la Armada para restablecer el orden y en paralelo inicia gestiones ante el gobierno de Washington para obtener reparación. Vernet abandonó las islas y retornó a Buenos Aires. No volvió a ejercer cargos públicos. Murió en 1871, según escribió el citado Mario Tesler en su obra. En lo que respecta a las Malvinas, su derrotero nos remite a la triste fecha del 3 de enero de 1833, pero ese será otro capítulo en la historia argentina.