Santo Pecado: el Papa usó una frase vulgar para referirse al colectivo LGBT y luego pidió disculpas
“El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbicos, y pide disculpas a aquellos que se sintieron ofendidos por el uso de un término del que otros han informado”, precisó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
El papa Francisco, quien según muchos informes usó una palabra muy despectiva para describir a la comunidad LGBT, no tuvo intención de usar un lenguaje homofóbico y pide disculpas a cualquiera que se haya sentido ofendido, comunicó este martes el Vaticano.
🇻🇦 El Papa Francisco ha solicitado a los obispos italianos que no ordenen sacerdotes ni admitan en el seminario a personas homosexuales
— Universitarios Católicos (@UniCatolicos_es) May 27, 2024
«Hay demasiado ambiente marica en ciertos seminarios». pic.twitter.com/hrBQ44NbkY
“El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbicos, y pide disculpas a aquellos que se sintieron ofendidos por el uso de un término del que otros han informado”, precisó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado enviado por correo electrónico.
El papa Francisco utilizó un término muy despectivo hacia la comunidad LGBT al reiterar en una reunión a puerta cerrada con obispos italianos que no se debe permitir que los homosexuales se conviertan en sacerdotes, informaron el lunes los medios de comunicación italianos.
La Repubblica y Corriere della Sera, los diarios italianos de mayor difusión, citaron al Papa diciendo que los seminarios, o colegios sacerdotales, ya están demasiado llenos de “frociaggine”, un término vulgar italiano que se traduce aproximadamente como “mariconería”.
Inicialmente, el Vaticano no respondió a la petición de comentarios, remarcó la agencia de noticias Reuters, que posteriormente publicó el comunicado con el pedido de disculpas.
La Repubblica atribuyó su historia a varias fuentes no especificadas, mientras que Corriere aseguró que estaba respaldada por algunos obispos no identificados, que sugirieron que el Papa, como argentino, podría no haberse dado cuenta de que el término italiano que usaba era ofensivo.