
A sus 64 años, Juan López (nombre ficticio) observó cambios significativos en su vida sexual. Reconoce que la intensidad no es la misma que en su juventud, pero tampoco siente la necesidad de mantener ese ritmo. Ahora, sus encuentros son más afectivos, centrados en abrazos, besos y gestos de cariño. Esta evolución permitió que, junto a su pareja, encuentren satisfacción en otras áreas de su relación, sin depender tanto del sexo para sentirse bien juntos.
Carmen Villarejo (nombre ficticio), de 69 años, relata una experiencia similar. A pesar de las molestias que le trajo la menopausia, y la posterior disminución de la actividad sexual debido a la enfermedad de su pareja, ha logrado mantener una buena vida sexual. Gracias a la información y apoyo de una amiga, descubrió tratamientos que mejoraron su apetencia sexual. Carmen se siente afortunada por poder hablar abiertamente del tema con su pareja, algo que muchas de sus amigas no han experimentado.
🔴 Mitos y verdades del sexo en la tercera edad
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Elisa Múgica, psicóloga y codirectora del Centro Vitae Psicología, explica que los cuerpos cambian con la edad debido a factores como el estrés, tratamientos médicos, la menopausia y el envejecimiento en general. Los hombres pueden experimentar pérdida de consistencia en las erecciones a partir de los 50 años, afectando su apetencia sexual. Las mujeres, por su parte, enfrentan la pérdida de elasticidad en los tejidos y lubricación, y una posible disminución de la libido debido a cambios hormonales.
Múgica sugiere que desarrollar una sexualidad basada en el contacto, la seducción y el placer erótico, más allá de la penetración, ayuda a adaptarse mejor a estos cambios. Janire Achicallende Porturas, psicóloga de IMQ Igurco, coincide en que una visión más amplia de las relaciones afectivo-sexuales, que incluya besos, caricias, miradas y abrazos, promovería un mayor bienestar y reduciría la frustración y sentimientos de incapacidad.
Mantener una vida sexual activa aporta múltiples beneficios. Un estudio del Trinity College de Dublín encontró que las personas sexualmente activas tienen una percepción más positiva de su edad, se sienten más saludables y presentan menos signos de depresión. Otros estudios asocian la actividad sexual en personas mayores con mejor función cognitiva, menos insomnio, menor probabilidad de problemas cardiovasculares y reducción del riesgo de cáncer de próstata.
Obstáculos y Falta de Información
A pesar de estos beneficios, solo el 62.3% de los hombres y el 37.4% de las mujeres mayores en España son sexualmente activos. Entre los motivos de inactividad se encuentran la enfermedad de la pareja, la falta de interés y la viudedad. Múgica señala que el deseo sexual puede trabajarse, similar a la mejora de la condición física, con expectativas realistas.
El Tabú de la Sexualidad en la Tercera Edad
El tabú sobre la sexualidad en personas mayores sigue siendo fuerte. Carmen Villarejo apunta que todavía se ve mal la sexualidad en personas mayores, aunque su generación está más activa y conservada. Janire Achicallende señala que persisten prejuicios y estereotipos negativos, viendo a los mayores como asexuados. Sin embargo, estos pueden disfrutar de la sexualidad de manera satisfactoria, adaptada a sus cambios físicos y emocionales.