Provincia de Buenos Aires
Tras el acto en Florencio Varela

VIDEO | Un pacto con el peronismo: el día después del lanzamiento del kicillofismo

El gonernador bonaerense Axel Kicillof se proyecta con imagen de candidato presidencial para el 2024. (Dibujo: NOVA)

La convocatoria a elecciones anticipadas en el PJ bonaerense anunciadas por Máximo Kirchner generó ruido interno dentro de las diferentes tribus que reportan bajo las consignas de las tres banderas justicialistas y el lanzamiento de la Multisectorial La Patria no se Vende pone en manifiesto una crisis que no encuentra su síntesis.

Axel Kicillof tuvo su Lollapalooza en Florencio Varela ante más de 35 mil personas y con talleres de debate para avanzar en líneas programáticas y se traduzcan en la gestión de los próximos 3 años en la provincia.

“Nuestro principal capital político es la gestión. Trabajamos día y noche para llegar a toda la provincia con políticas públicas. Ahora, con un gobierno nacional ausente, Axel trabaja con la solidaridad que caracteriza al peronismo y la provincia de Buenos Aires con otras provincias”, le dijo a NOVA un ministro que viajó a Chubut y Santa Fé con el gobernador.

La frase del funcionario caracterizó una respuesta larga sobre la necesidad de “juntar” dirigentes que se sientan representados con el peronismo y puedan construir la idea de “Kicillof Presidente” para 2027.

En Chubut, Kicillof se hizo un momento para hablar con representantes de la comunidad organizada. En Rosario, la cosa fue más difícil, porque intentó sortear la grieta interna de una disputa entre popes que vienen de una derrota catastrófica.

Según pudo saber NOVA, la próxima parada será Córdoba, un distrito esquivo para el kirchnerismo, aunque gobernado por el peronismo cordobés, lanzado años atrás por Juan Manuel de la Sota en su pelea con Néstor Kirchner.

El ministro en cuestión profundizó ante la mirada de la militancia que le pedía fotos: “En Córdoba están todos peleados con todos. Dialogamos con algunos, pero cuando haya algo serio vamos a estar”.

En esa cruzada está el ex senador Carlos Caserio, representante del PJ cordobés, aunque lejos de las sillas de definiciones en el esquema de Martín Llaryora. El gobernador Cordobés quiere saltar los límites de la provincia y se anima a una carrera para llegar a Casa Rosada, aunque sabe que la avenida del medio no junta voluntades y las derrotas de Juan Schiaretti a nivel nacional.

Dentro de las huestes del kicillofismo creen (y están convencidos) que estos tres años que separan la elección presidencial es tiempo necesario para la conformación de un espacio propio a nivel nacional y con capacidad de abrazar un frente grande opositor.

Sin embargo, hay quienes creen que “no hay 2027 sin antes ganar el 17 de noviembre”, aludiendo una disputa interna del peronismo que, si se dan las condiciones, habrá más de una lista que compita por la conducción partidaria.

Kicillof sabe que para ser presidente, necesita (en algún momento) el apoyo de La Cámpora. Sin embargo, la disputa interna creció tanto que es difícil concebir un enrolamiento sin una pelea interna dirimida en la estructura partidaria.

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