El partido de línea dura Juntos por Cataluña (JxCat) del expresidente regional Carles Puigdemont quedó en segundo lugar, con 35 escaños. Pudo así recuperar su estatus como principal fuerza independentista en la región por delante de Esquerra Republicana Catalana (ERC).

Pero en general, los partidos nacionalistas perdieron apoyo, lo que significa que ya no controlan el parlamento regional y esto supone un duro golpe para el movimiento independentista.

Aun así, los partidos independentistas obtuvieron concesiones sustanciales del gobierno central en los últimos años y continúan exigiendo un referéndum sobre la independencia.

El gobierno minoritario de ERC, Pere Aragonès, convocó elecciones anticipadas después de no lograr reunir suficiente apoyo para aprobar el presupuesto anual de la región.

Pedro Sánchez a la cabeza

Por su parte, el Partido Socialista Catalán (PSC), del primer ministro español Pedro Sánchez, ganó las elecciones regionales de Cataluña mientras que los partidos independentistas perdieron terreno.

Bajo el liderazgo del ex ministro de Salud español Salvador Illa, el PSC logró avances sustanciales para emerger como el claro ganador este domingo, 12 de mayo.

Con el 99 por ciento de los votos escrutados, consiguieron 42 escaños de los 68 que representan la mayoría absoluta.

Esto se traduce a que el apoyo a la independencia cayó al 42 por ciento, desde 2017 cuando logró el 49 por ciento. Cifras que dicta el instituto de estadística del gobierno catalán, cabe destacar.