Boca se lo ganó con diez a Godoy Cruz y habrá Superclásico en los cuartos de la Copa de la Liga
Boca consiguió ante Godoy Cruz en La Bombonera por 1-0 el triunfo que necesitaba para meterse en los cuartos de final de la Copa Liga Profesional. En un partido que en un momento pareció hacérsele cuesta arriba, el Xeneize supo sacar pecho para imponerse ante un rival ya clasificado y, no sin sobresaltos, alcanzó el objetivo.
Un primer tiempo de tensión creciente transitó el anfitrión, de la mano de su falta de variantes para torcer el rumbo y su carrera contra el tiempo para mover el marcador, sabiendo que con las noticias desde otros estadios el empate no le alcanzaba para clasificar. El panorama se oscureció a los 30, cuando un Cristian Medina que venía en buen nivel se ganó la segunda amarilla y dejó al equipo de Diego Martínez con diez hombres. Por unos minutos, el desconcierto pareció adueñarse del local.
Sin embargo, cuando aparecen las dificultades las individualidades pueden salvar las papas. Aprovechando que los de Daniel Oldrá apenas hacían cosquillas aún en superioridad numérica -su primera llegada fue a los 37, con un tiro desde afuera de Daniel López Muñoz despejado por Sergio Romero-, Edinson Cavani asomó con toda su experiencia y calidad y cambió el desarrollo.
En un veloz avance, a los 39, Luis Advíncula habilitó al uruguayo desde la derecha, cambiando de frente, y éste necesitó apenas un toque de zurda al segundo palo para poner arriba al anfitrión. Desahogo azul y oro, que comenzaba otro partido.
El complemento tuvo llegadas para ambos lados: Kevin Zenón avisó de afuera, pero le desviaron el remate, después intentó el Tomba con los ingresados Daniel Barrea y Martín Pino, pero salvaron Marcelo Saracchi y Romero respectivamente. Mientras se sabía que un gol mendocino eliminaba a Boca, en el descuento una jugada para el infarto casi le arrebata el boleto cuando otro ingresado, Juan Bautista Cejas, reventó el travesaño con un sablazo.
Boca finalmente se llevó el premio con más suspenso en el marcador que en lo que se vio en el campo, y ahora ya puede pensar nada menos que en River en un Superclásico para alquilar balcones del que solo uno saldrá con vida.