Nicolás Avellaneda gana las elecciones presidenciales del 12 de abril de 1874

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El domingo 14 de abril de 1874 los argentinos concurrieron a las urnas. Nicolás Avellaneda se impuso sobre el expresidente Bartolomé Mitre. El exministro encabezó el tercer gobierno del período de las presidencias históricas. ¿Por qué llamamos así a la trilogía Mitre-Sarmiento-Avellaneda? Porque es a partir de estas gestiones que el país comenzó lentamente a dejar atrás un largo período de enfrentamientos internos para poner la vista en el futuro, aunque por algún tiempo más el gobierno central se vió en la necesidad de reprimir lo que fueron los últimos levantamientos de los caudillos en oposición a las políticas de Buenos Aires.
Una época difícil
Bajo el lema "Gobernar es poblar" de Juan Bautista Alberdi, se abrieron generosamente las puertas del país a la inmigración europea. Se consolidó la nacionalidad argentina, no como una barrera de contención a la apertura inmigratoria, si no como resultado de la suma del aporte de las nuevas culturas que enriquecieron al ser nacional. Se consolidó un sistema republicano y federal -como lo marcaron los constituyentes de 1853- y se adoptaron los códigos de fondo que se constituyeron en la columna vertebral del derecho argentino.
Nicolás Avellaneda fue el primer presidente civil sin experiencia previa en las fuerzas armadas. Al momento que Domingo Faustino Sarmiento le entregó los atributos presidenciales le comentó: "Es usted el primer presidente que no sabe usar una pistola". Ese 12 de octubre de 1874 Avellaneda tenía apenas 37 años.
El nuevo gobierno debió hacer frente a un elevado déficit presupuestario y la urgencia de afrontar el pago de la deuda externa. Las dificultades llevaron a la sanción de una Ley de Aduanas, en 1875, que impuso un fuerte impuesto a la importación de productos industriales. A fines de ese año la crisis se agudizó. El Banco Nacional debió acudir en auxilio del gobierno para sufragar los gastos de gestión. Pero ello fue posible tomando un crédito del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Presionado por la situación el presidente promovió a una fuerte reducción del gasto público, despidiendo 6000 empleados públicos y bajando los sueldos en un 15 por ciento. "Hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros" dijo el primer mandatario.
Los dichos del presidente no cayeron bien en una fracción del Partido Autonomista, destacándose las figuras de Dardo Rocha, Miguel Cané, Carlos Pellegrini y Vicente Fidel López, que hicieron notar su descontento y en las sesiones parlamentarias propusieron solucionar los problemas recurriendo al proteccionismo con el objetivo de posibilitar el crecimiento de la industria argentina.
Superada la crisis el gobierno propuso una Ley de Inmigración y Colonización que promovía activamente el ingreso de personas provenientes de Europa, a las que se le garantizaba el alojamiento en el puerto de llegada, el traslado al lugar del país donde quisieran establecerse y se les ayudaba a conseguir empleo.
En 1875 se inauguró la primera Exposición Rural de Buenos Aires, organizada por la Sociedad Rural Argentina, que ha sido continuada anualmente hasta el día de hoy. En diciembre de 1876 se introdujo una nueva técnica que permitía conservar la carne para exportarla: el buque frigorífico. El primer barco que llegó a Buenos Aires se llamaba Le Frigorifique y estaba equipado con dos cámaras que mantenían una temperatura de 0 grados.
La Conquista del Desierto
La provincia de Buenos Aires del Siglo XIX no era como la conocemos hoy. Una minoría indígena que no aceptaba el estilo de vida del hombre blanco obligaba a los gobiernos a pensar estrategias de lo más diversas para prevenir o contrarrestar el accionar delictivo de los indios.
Los "malones" eran ataques indígenas en manada contra la propiedad y contra la vida del hombre civilizado. En tiempos de Alsina como ministro de Guerra y Marina, la estrategia contra el indio fue la construcción de un sistema defensivo conocido con el nombre de "Zanja de Alsina". Como su nombre lo indica, se trataba de una fosa cavada entre dos terraplenes, cuya finalidad era dificultar el acceso de los indios a las poblaciones blancas.
La muerte de Alsina obligó al presidente Nicolás Avellaneda a encontrar un reemplazo. El elegido fue el general Julio Argentino Roca, quien adoptó un temperamento más enérgico que su antecesor en relación al problema de los indios, pasando a la ofensiva. Roca encabezó la "Campaña del Desierto", en 1879. El éxito de su iniciativa lo catapultó a la presidencia de la República, en 1880.
Capital Federal
El 20 de septiembre de 1880 el Congreso Nacional sancionó la ley 1209, por la cual la Ciudad de Buenos Aires fue elevada al rango de Capital Federal de la República Argentina. A partir de ese momento la población fundada tres siglos antes por Juan de Garay, quedó bajo jurisdicción del Poder Ejecutivo Nacional en calidad de domicilio formal de los tres poderes de la República.