Cien días de Milei: la indumentaria de la Selección Argentina equivale al salario mínimo vital y móvil

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El pasado martes 19 de marzo se cumplieron los primeros cien días de Javier Milei al frente del Gobierno. Cualquier análisis que se intente hacer al respecto se puede resumir en un dato de la realidad: el salario mínimo vital y móvil -actualmente en 202.800 pesos- no alcanza para vivir pero puede comprar un conjunto de camiseta, pantalón y medias que la Selección Argentina utilizará en la Copa América 2024, cuyo precio es de 201.997 pesos.
El hincha que quiera tener algún producto oficial de la albiceleste deberá desembolsar mucho dinero. Los valores de las camisetas son: titular y alternativa, versión hincha: 79.999 pesos. Titular y alternativa, versión jugador: 124.999 pesos en modelos masculinos. La de mujer cuesta 69.999 pesos, mientras que la de niños sale 64.999 pesos. Los pantalones son más económicos: el titular blanco o negro tiene un precio de 44.999 pesos, el alternativo sale lo mismo y el de niños, 37.999 pesos. Las medias son lo más barato: los pares titular o alternativo se consiguen a 11.999 pesos. Otros productos del equipo que se pueden adquirir, siempre por elevados precios, son: camperas, a 154.999 pesos; buzos, a 89.999 pesos y mochilas por 79.999 pesos.
Quienes no puedan pagar tanta plata cuentan con la alternativa de comprar productos truchos a precios más accesibles. Paseos de compras cercanos a las estaciones ferroviarias de Constitución, Liniers, Once y Retiro más los manteros de Flores y Balvanera ya tienen stock suficiente para abastecer a la demanda. Nadie en sano juicio pagaría el valor de un alquiler, el total de una jubilación mínima o la mitad de un salario promedio por una camiseta, pero de todas formas el precio de la albiceleste es un buen parámetro para tomar nota de una realidad humillante: los ingresos en la Argentina de Milei son verdaderamente miserables.
Nada es casual en la Argentina mileista. El régimen insiste en que vamos por el camino correcto, pero los resultados de una política económica desastrosa quedan en evidencia al conocer la relación entre el precio de la camiseta argentina y el salario mínimo. ¿Qué diría el vocero Manuel Adorni si alguien le pregunta sobre el tema? ¿Qué dirían los periodistas complacientes? Hace cuatro meses el 56 por ciento de los argentinos creyó que iba a cobrar en dólares, pero recibe un baño de realidad con solo mirar la vidriera de un local de venta de artículos deportivos.
¿Será por eso que no hay manifestaciones de apoyo al régimen? Puede ser, pero hay otros motivos que explican mejor la falta de júbilo popular en las calles. El salariazo del presidente, la nula respuesta ante el avance de la epidemia de dengue, la inexplicable alza de la canasta básica en un contexto de inflación en descenso; el DNU 70, la Ley Ómnibus, la situación de los comedores y de los enfermos oncológicos abandonados a su suerte, son argumentos mucho más fuertes para disuadir a los libertarios de salir a defender lo indefendible. El relato oficial los convence, pero no tanto.
En el marco de los primeros cien días de la era Milei se conocieron los resultados de un sondeo de opinión realizado por la consultora Atlas Intel entre el 15 y el 18 de marzo, para el que fueron consultadas 2.238 personas. Ante las preguntas ¿cómo evaluás la situación económica de Argentina y la situación del mercado de trabajo en este momento? y ¿cómo evaluás la situación económica de tu familia?, el 88 por ciento estimó que la situación del país es mala, el 80 por ciento señaló que la situación del mercado de trabajo es mala y el 57 por ciento calificó como malo a su presente económico familiar.
Otra encuesta que destruye al relato oficial es la que se dio a conocer ayer, de la consultora Zuban Córdoba, que indica que el 71 por ciento de los entrevistados cree que el ajuste no lo está pagando la política. La medición se realizó entre el 7 y el 9 de marzo sobre 1.500 personas consultadas. Ante el enunciado "el ajuste lo está pagando la política", el 71,6 por ciento se manifestó en desacuerdo, el 23,9 por ciento dijo estar de acuerdo y el 4,5 por ciento dijo no saber. La elocuencia de esos números nos eximen de realizar cualquier análisis.
Por si algo faltaba, en las últimas horas las tapas de todos los diarios se ocuparon del caso de la senadora nacional por la provincia de Jujuy, Vilma Bedia, que nombró en el Estado con sueldos millonarios a sus hijos, nuera, hermano, sobrina y cuñada. La legisladora pertenece al bloque de La Libertad Avanza y se suma al que semanas atrás tuvo en el ojo de la tormenta al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que nombró a su joven sobrino. ¿La miseria, el relato triunfalista y el nepotismo forman parte del manual de estilo de las Fuerzas del Cielo? Todo parece indicar que es así.