Isabel Perón fue la compañera de vida y de lucha del Gral. Juan Domingo Perón, conductor indiscutido del Movimiento Nacional Justicialista que cambió para siempre el destino de nuestra patria. Junto a él, Isabel defendió los ideales del peronismo: la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.

Isabel, una gran peronista, leal y digna, que acompañó a Perón en las buenas y en las malas, en el exilio y en el regreso, en la adversidad y en la victoria. Fue la depositaria de su confianza y de su legado, y asumió la responsabilidad de conducir el rumbo de nuestra nación cuando el destino le arrebató a su esposo.

Ella fue una presidente valiente, que enfrentó con coraje las dificultades de un momento histórico complejo y convulsionado. A pesar de las conspiraciones, los sabotajes, las presiones y las amenazas, defendió el proyecto nacional, manteniendo en alto las banderas del peronismo.

Sufrió el golpe de Estado más sangriento de nuestra historia, que la derrocó y la encarceló durante cinco años, violando sus derechos humanos y constitucionales. A pesar de la injusticia y el sufrimiento, Isabel nunca claudicó ni traicionó sus principios. Hoy sigue siendo perseguida.

Isabel es una presidente olvidada, marginada y silenciada por los poderes fácticos que intentan borrar su memoria y su legado. A pesar de las calumnias, las mentiras, las tergiversaciones y las difamaciones, ella nunca renegó ni se avergonzó de su historia.

Hoy, en su cumpleaños número 93, queremos rendirle un homenaje a Isabel Perón, la primera presidente de América, la esposa del Gral. Perón, ejemplo de mujer peronista. Queremos reivindicar su figura y su obra, y rescatarla del olvido y la ingratitud. Queremos decirle, con orgullo y con cariño: ¡Feliz cumpleaños, compañera! ¡Gracias por todo, Isabel! ¡Viva Perón! ¡Viva Isabel! ¡Viva el peronismo!