VIDEO | Federico Sturzenegger, el Arteche del régimen, fue repudiado en la cancha de Gimnasia

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
En 1982 se estrenó una gran película argentina que describió como ninguna, lo que fue la época nefasta de José Alfredo Martínez de Hoz al frente del ministerio de Economía. "Plata Dulce" protagonizada por Carlos (Federico Luppi) y Rubén (Julio de Grazia) cuenta la historia de dos cuñados que eran socios en una fábrica de botiquines que sufre la apertura indiscriminada de las importaciones, propiciada por el gobierno militar.
Cálido recibimiento a Sturzenegger de parte de la gente del lobo.
— Pampa⭐️⭐️⭐️ (@Pampa139) February 26, 2024
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Carlos fue invitado por Arteche (en la historia se omite dar su nombre de pila) a formar parte de un holding empresario cuyos negocios guardan una apariencia legal. Sin pensarlo demasiado, acepta y gana mucho dinero en poco tiempo. Para asistir a Carlos en sus funciones, Arteche designa al "licenciado" (otro anónimo) que le hace firmar todos los documentos. Por su parte Rubén se queda con la fábrica y se hunde en deudas cada vez más difíciles de pagar.
Pero un día la carroza se convirtió en calabaza: el banco que Carlos dirigía no soportó una corrida bancaria. La institución no pudo devolver los depósitos de los ahorristas, que se agolparon en la puerta reclamando ruidosamente por su dinero. En ese momento Carlos es detenido por la Policía mientras Arteche se va a Nueva York, no para abrir una sucursal del banco, si no para fugarse y dejar a Carlos como único responsable de todos sus negocios turbios.
Frente a lo inevitable, y para no caer solo, Carlos intenta una última jugada: hacer que el "licenciado" vaya preso, pero el hábil asistente se defiende diciendo que era nada más que un contratado y que no firmó nada. Gracias a su posición de subalterno, el licenciado se salva. Antes de ser apresado, Carlos suelta una puteada épica: Arteche y la puta madre que te parió!
Cuatro décadas después, la realidad supera a la ficción. El régimen encabezado por Javier Milei tiene su propio licenciado: Federico Sturzenegger, el ministro sin cartera. No hay lugar donde pueda esconderse este individuo. El expresidente del Banco Central en tiempos de Mauricio Macri (en su gestión el dólar pasó de 9 a 27 pesos) y autor de la Ley Ómnibus y el DNU 70/2023, el pasado domingo intentó pasar inadvertido en la cancha de Gimnasia y Esgrima de La Plata pero los hinchas lo reconocieron y le dieron una encendida bienvenida al ritmo de “traidor”, “chorro” y otros insultos.
Los hinchas de Gimnasia no olvidan que Sturzenegger fue parte de un gobierno que puso de rodillas al país por cien años. El brutal endeudamiento que contrajo la gestión de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018 -por el que se comprometieron más de 45 mil millones de dólares- se tradujo en un brutal ajuste fiscal y monetario que provocó una recesión histórica, una inflación galopante, una devaluación bestial del peso y una pérdida del poder adquisitivo que al día de hoy, los trabajadores y los jubilados no pudieron recuperar.
En el prontuario de Sturzenegger aparece también el megacanje del 2001, una oscura operación que incrementó la deuda externa argentina, a pagar durante el período 2001-2031, en un 63 por ciento. Su actuación le valió un procesamiento judicial del que luego resultó sobreseído. Por esa época Sturzenegger era secretario de Política Económica del gobierno de Fernando de la Rúa y colaborador directo de Domingo Cavallo, el ministro de Economía que huyó como un cobarde tras el estallido social de diciembre de 2001.
Con el DNU 70 y la Ley Ómnibus, Sturzenegger demostró su falta de sensibilidad social y su desprecio por el pueblo argentino. Millones de compatriotas sufren las consecuencias que genera la vigencia del mentado decreto, salvo en las partes que están judicializadas. El autor de semejante afrenta pretende ir a la cancha como si nada hubiera pasado, pero los hinchas no ignoran su prontuario. Por eso Sturzenegger no es bienvenido en el club de sus amores.
Sturzenegger es el "licenciado" que siempre se las arregla para salir indemne, pero esta vez quedaron demostradas tres cosas: El gobierno, de acuerdo con un trabajo reciente de CB Consultores, perdió imagen positiva durante el mes de febrero. Otro punto es que la escena del domingo en la platea de Gimnasia corresponde un mal gobierno llegando al final de su gestión, pero que haya pasado en menos de tres meses es una luz roja para el régimen. Y por último, para los plateístas del Lobo, Sturzenegger es Arteche.