“Varias víctimas siguen bajo los escombros y en las carreteras, y la ocupación impide que las ambulancias y los equipos de protección civil puedan llegar hasta ellas”, denunció el texto, en referencia a unos 8.000 cuerpos que se estima siguen aún bajo las ruinas.

La oficina de medios del Gobierno del enclave reportó que en un ataque aéreo sobre cuatro viviendas en Deir Balah, al menos 40 personas perdieron la vida, de las cuales el 90 por ciento eran mujeres y niños. En otro incidente, un bombardeo en la zona de Zalata, al este de Rafah, acabó con la vida de seis residentes y dejó varios heridos, quienes fueron trasladados al Hospital Abu Yousef al Najjar.

Mientras tanto, el Ejército israelí anunció la continuación de sus operaciones en el oeste de Jan Yunis, al sur de la Franja, afirmando haber abatido a más de diez milicianos y repelido un ataque con misiles antitanque. Además, destrozaron “complejos operativos, puestos de francotiradores y una instalación de almacenamiento de armas”.

En el barrio de Zaytun, al norte de Gaza, donde se había ordenado la evacuación días atrás, las fuerzas israelíes llevaron a cabo nuevas incursiones, y reportaron que “los soldados mataron a más de diez terroristas” gracias a francotiradores, drones y helicópteros.