Influencers
Nueva era

En España comienzan a regular la actividad de los influencers

Ibai Llanos, uno de los streamers más famosos de España y del mundo.

La nueva ley de influencers entra en vigor en 2024. Los influencers no podrán publicitar alcohol, cigarrillos o medicamentos con esta nueva ley.

A los más grandes se le hace difícil definir de qué trabaja un influencer, nueva actividad que en el mundo ha crecido notoriamente, especialmente en plataformas como YouTube, Twtich o TikTok.

Ni siquiera esta “profesión” está regulada, pero en España han comenzado las regulaciones, con la aprobación de la Ley de Comunicación Audiovisual y que va a significar una regulación a esta actividad, pues está contemplada.

El objetivo de esta nueva legislación es regular el contenido publicitario que muestra cada creador en sus streamers, reels de Instagram o vídeos de TikTok, ya que todos tienen algún tipo de sponsor.

La nueva ley además define qué es un influencer o un youtuber, ya que menciona que se trata de un “usuario de especial relevancia que empleen servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma”. Aquí se engloban tanto a influencers, tiktokers, youtubers, instragramers o creadores en general que están en plataformas como Twitch.

Dentro de esta definición, que a priori puede ser un poco ambigua, también se establecen diferentes requisitos para ser considerado como influencer. Estos se recogen en este mismo artículo 94 y son los siguientes: El servicio prestado conlleva una actividad económica por el que su titular obtiene unos ingresos significativos derivados de su actividad en los servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma; el usuario de especial relevancia es el responsable editorial de los contenidos audiovisuales puestos a disposición del público en su servicio; el servicio prestado está destinado a una parte significativa del público en general y puede tener un claro impacto sobre él; la función del servicio es la de informar, entretener o educar y el principal objetivo del servicio es la distribución de contenidos audiovisuales.

El servicio se ofrece a través de redes de comunicaciones electrónicas y está establecido en España de conformidad con el apartado 2 del artículo 3.

Pero el verdadero corte para considerarse dentro de este selecto grupo va a estar en los ingresos que la actividad económica les genere. En concreto, hablamos de que estos ingresos deben ser superiores a 500.000 euros, siendo exclusivos de la actividad en sus plataformas (incluyendo publicidad), tener más de 2.000.000 de seguidores de media y haber realizado un mínimo de 24 vídeos.

Este límite obviamente es muy complicado de superar y hace que la ley afecte a muy pocos influencers de España. Según los datos de laps4 en España se pueden encontrar 12.000 influencers con más de 100.000 seguidores, pero solo 1.100 con más de un millón de seguidores. Si hablamos de dos millones de seguidores, la cifra es mucho menor.

Pero streamers que residen en España van a tener que atender a esta ley a la hora de especificar claramente el contenido publicitario en sus retransmisiones, evitando hacer publicidad encubierta. Además, tampoco van a publicitar tabaco, alcohol o medicamentos. Al final son los mismos criterios que se aplican en la televisión tradicional.

En el caso de que esto no se cumpla, la legislación en su artículo 160 marca diferentes sanciones que pueden alcanzar los 1.500.000 euros dependiendo de la gravedad del acto que hayan realizado.

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